Aunque el Gobierno Nacional aún no ha notificado que el Parque Cultural del Caribe recibirá 10.000 millones de pesos para el desarrollo de la segunda fase del Parque, ante la filtración a los Medios sobre esa cifra, su directora María Eulalia Arteta reveló detalles de cómo invertiría esos recursos.
Inicialmente, hará una ampliación del espacio físico, bajo la perspectiva del diseñador del complejo cultural, el arquitecto Giancarlo Mazzanti, quien a partir de los planos concebidos, adecuará los espacios para desarrollar obras de carácter modular. Es decir, se adelantarán segmentos de la obra y se pondrán al servicio del público por etapas. Una de las dos instituciones consideradas para esta fase, el Museo de Arte Moderno de Barranquilla—que no tiene sede propia, la tendrá entonces en el Parque Cultural.
Si los recursos llegan, ¿cuándo empezarían las obras de la segunda fase?, ¿alcanzarían para lo que tienen proyectado?
Si los recursos llegan, el año entrante empezarían las obras. Esos dineros son gestión hecha desde Barranquilla, con el apoyo del Presidente, del Ministerio de Cultura y de la directora de Planeación, Tatyana Orozco. Sabemos que es una gestión del Gobierno Nacional, obviamente canalizada a través de Mincultura. Ellos son los que deben anunciar y confirmar. La segunda fase está programada para $25.000 millones de pesos, es decir, quedarían faltando $15.000 millones que el Parque Cultural del Caribe funcione en toda su dimensión.
Maqueta para el Museo de Arte Moderno de Barranquilla, en su interior y fachada. Diseño del arquitecto barranquillero Giancarlo Mazzanti.
Conforme a anuncios de otros años, la segunda fase incluye la construcción de las sedes del Museo de Arte Moderno de Barranquilla y la Cinemateca del Caribe. ¿Por dónde van a empezar?
Haríamos una inversión para terminar algunos de esos componentes de la segunda etapa, que incluyen espacios para auditorios y zonas comunes, que entran a complementar el proyecto actual. Inicialmente se ha pensado que los dineros puede ser para alojar parte del Museo de Arte Moderno y, principalmente el gran mural de Alejandro Obregón, que ya tenemos. Sería terminar lo que se llamaría La Sala Obregón, que además es parte de la Ruta Obregón.
Como la partida presupuestal no alcanza para desarrollar en su totalidad la sede del Museo de Arte Moderno, ¿hasta dónde llegarían las obras?
La idea es que sea un primer museo de un tamaño que se adecue al tamaño de los recursos. Hay que hacer ajustes para que el diseño que está definido se ajuste a esos recursos. La idea es que si hay cinco salas, hagan tres, por ejemplo. El diseño del Parque y del Museo ha sido concebido como algo modular, es decir se va ajustando con visión a futuro.
¿Dónde quedaría situado el Mamb?
Tendría un área de por lo menos cinco mil metros cuadrados. Estaría situado en forma perpendicular, paralelo a la carrera 46, por la calle donde circula el Transmetro, diagonal al Museo del Caribe, frente a la Plaza Mario Santo Domingo.
El Mamb quedaría paralelo a la carrera 46.
Cuando el Museo del Caribe presentó su primera exposición tuvo como crítica por parte de la comunidad artística que no tenía la altura para efectos de exhibiciones. ¿Se han tomado medidas para que no se repita la situación en el Mamb?
Indudablemente. El mural de Obregón estará situado a la entrada y las salas de exhibición son de gran altura y van a tener los parámetros de exhibición de los mejores museos del mundo para que dé cabida a cualquier tipo de obra y de gran formato.
¿Qué se puede esperar para la sede de la Cinemateca?
Continuaremos gestionando recursos porque soñamos que tanto el Mamb como la Cinemateca se pueden hacer en el más corto plazo porque es un anhelo de los barranquilleros y del Caribe. Además, así complementaríamos todo el complejo cultural que uniría lo que ahora mismo existe —que es la primera etapa del Parque Cultural, el Museo del Caribe, la Gran Plaza— hasta llegar a todo el edificio de La Aduana.
Tras ocho años de operaciones del Parque Cultural del Caribe y cuatro y medio del Museo del Caribe, ¿cómo andan las finanzas?
El Parque Cultural tiene como uno de sus componentes el Museo del Caribe. Por su carácter privado y actividad en lo público es una entidad que constantemente tiene que estar haciendo gestión intensa, dura para poder lograr mantenerlo. Es costoso mantener su infraestructura y por ser un museo incluyente, que pretende que los visitantes sean de todo origen, pues la forma de generar ingresos más directa —es a través de las boletas para ingresar al museo— pues no se obtienen con esas boletas. Por eso constantemente trabaja para obtener recursos por otras vías, vive permanentemente en un esfuerzo enorme por conseguirlos. No es fácil la tarea desde el punto de vista financiero. Es un reto que enfrentan muchos museos en el mundo.