Una de las mayores riquezas de Colombia proviene de su tierra y es cultivada por las manos campesinas que de una pequeña semilla producen y dan vida al café. Hoy, 27 de junio, es, precisamente, el aniversario de la creación –en 1927– de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), y por eso se celebra su día a nivel nacional.
El café de Colombia es un grano que al convertirse en líquido, por su textura y aroma, ha sido considerado como uno de los mejores del mundo y le ha valido al país la denominación, desde el 2000, del tercer mayor exportador de grano en el mundo, según la Organización Mundial del Café.
Muchas son las historias que se cuentan acerca de cómo llegó el preciado producto marrón a la nación. De acuerdo con la página web www.cafedecolombia.com, las leyendas más persistentes apuntan a que fue traído por la comunidad religiosa de los Jesuitas en 1730, o que las semillas llegaron por el oriente del país, 'portadas por algún viajero desde las Guyanas y a través de Venezuela'.
Las cifras
Independientemente de la historia, lo cierto es que desde que echó raíces en suelo colombiano posicionó al país en el radar internacional y se ha vuelto símbolo tangible de su economía, a tal punto de que sus exportaciones, de acuerdo con las cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) en 2014, representaran el 5,3% de los envíos totales nacionales, lo cual se tradujo en cerca de US$2.893 millones.
Mientras que en 2015, según lo manifestado por la Federación Nacional de Cafeteros, el grano, no solo en Colombia sino en el mundo, 'retoma fuerza, ya que cerró su producción anual con una cosecha récord de 14,2 millones de sacos de 60 kilos, nivel que no se alcanzaba desde hace 23 años'.
A pesar de las fatales consecuencias que trajo consigo el fenómeno de El Niño, la Federación afirma que el volumen de producción de café colombiano sigue en aumento en lo que va corrido del año, lo cual se puede ver reflejado en que 'en estos seis años el consumo interno creció el 33%'.
Además, la tradición de cultivar y procesar esta semilla le ha dado sustento a más de 25 millones de familias en cerca de 50 países de las zonas tropicales y subtropicales de Asia, África, y Latinoamérica y Australia. En Colombia, más específicamente, son 563.000 familias caficultoras, en 588 municipios de 20 de sus 32 departamentos, que viven del café.
Juan Valdez es la marca que en 2002 creó la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia para 'cautivar al mundo' con el café premium producido en el país. Hasta la fecha se han abierto 338 tiendas Juan Valdez: 230 en Colombia y 108 en 15 países.
Denominación de origen. De acuerdo con Ileana Delgado, una barranquillera profesional en Negocios Internacionales, también productora con su marca Café Isabelita, cuando se habla de café de origen se refiere al lugar específico donde este es producido y se comercializa como tal. 'Entonces, por ejemplo, en el empaque dice Café de Colombia'.
Según Delgado, quien cuenta con un diplomado de la FNC, la denominación de origen es un instrumento que permite asegurar que el país cumple con ciertos requisitos que garantizan que el café proviene de una determinada región.
Así pues, Delgado asegura que 'mientras que en el café que se exporta se puede colocar el nombre del país y del departamento en el que se produjo', a nivel nacional se pone el nombre de la región, el corregimiento e incluso la finca en la que se cosechó.
Desde la Federación se manejan cuatro tipos de café de origen. El café de Cauca, que producido en sus montañas tiene se caracteriza por tener 'una taza con acidez alta, con algunas notas dulces y florales, con aromas muy fuertes y acaramelados'; el café de Santander, con acidez media, sabores dulces, herbales, frutales y ligeras sensaciones cítricas; el café de Huila, que es suave, dulce y de aroma intenso; así como el café de Nariño es reconocido por ser una bebida de alta acidez y fragancia muy pronunciada.
En el caso del café colombiano, este indicador muestra que la calidad del producto no solo se debe a las condiciones del clima, localización y tierra, sino también 'del respaldo y control de calidad en cada uno de los procesos de producción asociados con el Café de Colombia', manifestó la Federación Nacional de Cafeteros.
Zonas cafeteras
Para producir el café se necesitan ciertas condiciones climáticas que faciliten el proceso, así como condiciones especiales de suelo, temperatura, y cierta altitud sobre el nivel del mar. (Ver infografía)
Según la FNC, las condiciones ideales para el cultivo 'se encuentran entre los 1.200 y 1.800 metros de altura sobre el nivel del mar, con temperaturas templadas que oscilan entre los 17 y los 23 grados centígrados y con lluvias cercanas a los 2.000 milímetros anuales'.
De los 32 departamentos del país, 20 poseen zonas cafeteras, cuyas plantaciones ocupan en la actualidad más de un millón de hectáreas. Los principales departamentos productores de café son Huila, Antioquia, Tolima, Caldas, Valle del Cauca, Cauca, Risaralda, Santander, Cundinamarca, Nariño, Quindío, Norte de Santander, Cesar, La Guajira, Magdalena, Boyacá, Meta, Casanare y Caquetá.