Algunas prácticas milenarias de culturas orientales han comenzado a tener cierto auge en un país como Colombia, mucho más acostumbrado a los valores occidentales.
Actualmente, no solo el yoga ocupa un lugar predilecto en las actividades diarias de numerosas personas que han encontrado en la meditación una fuente de sanación. El arte de hacer mandalas y colorearlos también se ha abierto paso entre capitales ruidosas que no dejan mucho espacio para encontrar la tan anhelada tranquilidad.
En este sentido, una especie de ‘boom mandálico’ se ha generado entre los colombianos, quienes al parecer cada vez se sienten más atraídos hacia las figuras circulares que engloban en sí otras formas geométricas y todo lo que estas representan.
Terapias meditativas, libros, prendas de vestir y objetos para decorar el hogar son algunos de los artículos que se pueden conseguir hoy día alrededor en el país que llevan grabadas las figuras coloridas.
Mandalas para el alma y Mandalas para la abundancia y la prosperidad son dos textos escritos por colombianas que desde hace algunas semanas se encuentran posicionados como número uno en ventas en el país de libros de no ficción según la Librería Nacional.
Esta tendencia de lectura en Colombia refleja que el tema de los mandalas vive su auge y que, probablemente, la tendencia vaya en aumento, al tiempo que el mercado se nutre con sus siluetas.
Qué son y para qué sirven
Según explicó Andrea Agudelo, autora de Mandalas para el alma, estas figuras complejas, generalmente circulares, vienen de culturas ancestrales como la hindú y la tibetana, en la que sus habitantes, especialmente los monjes, para meditar, usaban arenillas de colores para crear los mandalas, proceso en el que podían tardar varias semanas, durante las cuales entraban en un estado parecido a la catarsis.
Luego procedían a borrar los mandalas como método de liberación. Asimismo, Agudelo explicó que 'funcionan como proceso de meditación, porque cuando se pinta un mandala la persona se reconecta con la esencia de su ser, se dejan atrás las cosas que perturban y, con la mente más clara y despejada, se hallan mejor las soluciones a los problemas'.
Por su parte, Patricia López Caballero, escritora de Mandalas para la abundancia y la prosperidad, comentó que 'el mandala, por su forma circular, funciona como una figura arquetípica y así la recibe nuestra subconsciente, lo asume como algo intrínseco porque el círculo esta circunscrito a la vida misma'.
La experta pone como ejemplo las células contenidas dentro del organismo, el movimiento del viento o del agua, las flores o el interior de las frutas, para referirse a la forma de los mandalas. 'Entonces, la mente recibe el círculo como algo natural, seguro, conocido, y por tanto se relaja. Es una manera que el ser humano encontró para poner orden a las cosas que pasan en el universo', agregó López.
Mandalas como arte y tendencia
Ambas autoras coincidieron en que al diseñar o colorear un mandala se entra en un estado meditativo que permite que el estrés desaparezca, que se restablezcan las emociones e incluso que se genere una sanación física desde lo mental.
'Al colorear un mandala el subconsciente emerge, y el consciente se relaja, permitiendo que la persona se encuentre con su ser', aseguró la experta en arte terapia Patricia López. 'Hasta puede servir para restablecer la conexión con la fuente o divinidad a la que se crea, como sea que la persona la llame: Dios, Jehová, ángeles, etcétera', añadió.
Igualmente concordaron con el hecho de que últimamente se ha creado toda una tendencia alrededor de los mandalas. Según López y Agudelo, los tiempos modernos tienen una cuota muy alta de presión, tensión y estrés, que se ve aminorada por medio de algo tan sencillo y lúdico como colorear un mandala, que no requiere conocimiento previo y que no riñe con creencias.
'Estamos viviendo en una sociedad consumista, donde nos dejamos llenar de ruido y cosas superficiales', precisa Agudelo, quien asegura que así llegan estas técnicas pertenecientes a culturas foráneas y 'nos damos cuenta que son de gran ayuda, ya que nos permiten mejorarnos a nosotros mismos y a nuestro entorno'.
El comercio
Con el tiempo, el mercado alrededor de los mandalas se ha comenzado a diversificar. Se dejaron de vender únicamente libros o cartillas para colorear para comercializarse textos cargados de frases inspiradoras de grandes pensadores como Buda, teorías básicas sobre qué son estas figuras, para qué sirven y por qué es importante colorearlas, así como la explicación sobre las técnicas para colorear: de adentro hacia afuera y viceversa.
Barranquilla no se ha quedado atrás. La ciudad también ha abierto sus puertas a los mandalas. La Vitrina es una de las boutiques que notó el apogeo de las figuras orientales, desde hace una semana ha estado vendiendo prendas de vestir, como túnicas y carteras con mandalas grabadas, cuyo precio oscila entre los $100.000 y los $340.000 pesos.
Igualmente, la tienda online Siete Lifestyle, de la paisa Juliana Gutiérrez, vende a nivel nacional una gran cantidad de productos de uso personal y para decorar el hogar, como termos, mugs, portavasos, individuales, cuadros, tarjeteros y jaboneras que tienen estampadas estas figuras.