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'Desde pequeña he sentido bastante interés por la danza. Algunas personas me decían que por ser sorda no podía practicar danzas y modelaje, pero yo nunca hice caso, fui sorda a esas palabras'. Eso cuenta en lenguaje de señas Alexandra Judith Borja Pérez, de 21 años, mientras se encuentra sentada en una de las dos camas que ocupan su habitación.

Puede expresarse con personas externas a su círculo cercano porque junto a ella está Carla Calderón, la intérprete del lenguaje de señas que la acompaña cuando lo necesita desde que era una estudiante de bachillerato.

Alexandra nació en Santo Tomás, Atlántico, y es la representante de Colombia en Miss Sorda Internacional 2016, concurso que se realizará del 6 al 9 de julio en Las Vegas.

Para ella, participar en este concurso es motivo de orgullo y felicidad. Además, representa una gran oportunidad para luchar por los derechos de otras personas del país que tienen su misma condicición de discapacidad.

'La verdad es que en Colombia los sordos casi no tienen oportunidades laborales. Entonces, con este concurso, busco abrir empleo para ellos', expresa en señas Alexandra, al tiempo que vocaliza la mayoría de palabras que trata de pronunciar.

La joven, quien ganó el título de Miss Sorda Colombia el año pasado, cuando viajó a Santa Marta a representar al Atlántico, trabaja en las oficinas de Apluss en Barranquilla, empresa donde se desempeña como administradora de archivos, carrera técnica que estudió en el Sena.

'Es mi primer trabajo. Inicialmente no sabía qué hacer, ni cómo comunicarme con mis compañeros. Estuve muy pendiente de la capacitación, y cuando no entendía algo les preguntaba y me ayudaban', cuenta la tomasina mientras mueve los dedos de su mano.

La agenda de reina no ha sido sencilla para Alexandra, pues la joven expresa que trabaja tiempo completo, desde la 7 a.m. hasta las 6 p.m., y, adicionalmente, debe sacar los espacios para asistir a sus preparaciones con vísperas al certamen.

'Ha sido un poco difícil. Tengo que ir a la estética, practicar el baile que voy a presentar en la prueba de talento, la pasarela(...)', relata Alexandra entre gestos, y agrega que '(...)tengo un horario bastante apretado y eso me estresa, pero no importa, porque yo siempre le pongo una actitud positiva'.

Según cuenta la modelo, los martes y viernes tiene preparación física en la estética, los miércoles practica la prueba de talento y los sábados ensaya pasarela y comunicación.

Todos los días se transporta de Santo Tomás a Barranquilla. Dos días a la semana se queda a dormir en la casa de su tía Mónica Pérez, donde también viven sus primas Adriana y Laura De la Hoz. Todas ellas la ayudan con todo el proceso de solicitudes y cartas para conseguir patrocinio.

'Mi mamá la ayuda con correos, sacar citas, llamadas. Yo soy la que va a las las citas con ella y mi hermana es la encargada del vestuario y maquillaje', cuenta su prima Laura.

La familia de Alexandra no sabe hablar en lenguaje de señas, a excepción de su hermano Jhon Borja, de 26 años, quien también es sordomudo. Según explican su familiares, no necesitan un intermediario que traduzca su lenguaje porque la joven, a pesar de su condición de discapacidad para hablar y escuchar, se expresa de manera que pueden entenderla y viceversa.

'Ella dice ‘tía‘, ‘mamá’, ‘gracias’, ‘buenos días’. Además vocaliza y nosotros podemos entender lo que quiere decir', cuenta su tía Mónica.

Alexandra no permanece con un intérprete. Solo recurre a este en ocasiones en que se considere necesario, como durante esta entrevista.

'Yo siempre he intentado ser muy independiente de estar con un intérprete todo el tiempo. Yo leo los labios y me puedo comunicar de manera bastante eficaz', expresa con sus manos y gran sonrisa, y agrega que 'soy muy positiva respecto a todas las situaciones que he vivido'.

Desde la infancia. Mientras la joven practica su pasarela en la sala de su casa en Santo Tomás –donde vive junto a su madre, su padre José Borja y su hermano mayor, Carlos Pérez–, Iveth cuenta que desde los 7 años su hija ingresó a una academia de modelaje llamada Imagen, en la que inicialmente se inscribió su mejor amiga, María José Escorcia. 'Alexandra asistía con ella. Ahí le fue gustando la danza y el modelaje. Luego participó en las comparsas de la academia durante el Carnaval', dice la mamá, sentada en un mueble de aquella casa cálida de paredes blancas.

Los estudios de primaria Alexandra los inició en el colegio Lucecita de Santo Tomás, donde estuvo hasta segundo grado 'porque era de oyentes y la profesora decía que era muy difícil enseñarle. Pero ella aprendió mucho allí', asegura la madre.

Luego, su hija pasó a estudiar en Barranquilla, en el Centro Educativo Integral Cruz Roja, un colegio que en ese momento era para personas sordas, según cuenta Pérez. Actualmente, esa institución educa a 80 niños que sufren diferentes tipos de discapacidad: cognitivas, sensoriales y físicas.

La joven estudió allí hasta quinto grado. En ese colegio también estudió su hermano Jhon, quien se casó con una joven que tiene su misma condición.

Finalmente, Alexandra cursó el bachillerato en el colegio Francisco Cartusciello de Sabanagrande, en el cual siempre fue mencionada como ejemplo por sus profesores, ya que a pesar de ser sordomuda y de estudiar en un colegio con oyentes, nunca anduvo sola. Más bien, era de tener muchos amigos.

'Los niños sordos suelen agruparse entre ellos mismos, pero mi hija nunca ha sido así. Además, siempre ha sido muy inteligente, nunca perdió un año', cuenta Iveth con los ojos llorosos del orgullo y la felicidad que siente por su hija, la que ahora agita una pollera, practicando cumbia, ritmo que bailará durante la prueba de talento en el certamen internacional.

'Antes de empezar el baile, cuando ya esté en el concurso, voy a expresar unas palabras, donde explico que la cumbia es una poesía y que es un ritmo tradicional de Colombia', explica Alexandra.

El Concurso y la agonía. Según cuenta Iveth Pérez, un día en que Jhon fue a visitar a su novia a Gente Estratégica, se llevó a Alexandra. En el lugar había un grupo de personas sordas que son artistas. Allí empezaron a hablar del reinado de Miss Sorda Colombia, y al ver a Alexandra le dijeron que ella era ella apta para concursar.

'Ella dijo que sí. Nosotros no sabíamos. Ella tomó sola su decisión y creyó que sería algo muy fácil', relata la madre. Su tía Mónica cuenta que el proceso de buscar patrocicio ha sido muy difícil, más aún porque, a pesar de haber tocado las puertas de la Gobernación del Atlántico, no han recibido apoyo.

'Hemos hablado con Eduardo Verano y él le delegó eso a Armando De la Hoz, el secretario de Salud. Pero hasta ahora no hay respuesta de nada', revela la familia, quien la ha estado ayudando junto a sus hijas a conseguir los recursos para el viaje a Las Vegas.

'El año pasado fue menos complicado, porque fue en Santa Marta y el presupuesto era más corto. Las amistades que tenemos de Santo Tomás y Barranquillanos ayudaron mucho', cuenta Mónica.

Hasta el momento, Alexandra ha recibido el patrocinio de tres empresarios barranquilleros, para consguir la visa americana y para mandar a diseñar el ajuar para el certamen. 'El vestuario ya lo está realizando Yenelis de Ávila, una diseñadora tomasina. Ya comenzamos con eso, era lo que más nos preocupaba', sostiene la tía Mónica.

Ahora, el siguiente paso es comprar los tiquetes de la reina y de su mamá. Hay una persona que dijo que se los regalaría, pero todavía no es un hecho. También hace falta el lugar donde se alojaría la madre. 'La Gobernación apoya muchos proyectos. Lo que queremos es que apoye este, que es de una persona sordomuda', insiste su tía.

Alexandra seguirá en su preparación para el concurso y viajará a Las Vegas el 30 de junio, junto a su madre y a su mejor amiga, María José, con la que creció desde pequeña. 'Ella es bastante amiga mía, me dijo que quería ir conmigo a Las Vegas. Siempre me está acompañando y apoyando en todo', remata Alexandra, con los dedos de sus manos.

Sobre el certamen. Miss y Mister Deaf International Inc. es una organización sin fines de lucro que busca potenciar y apoyar a las personas sordas. Además, sirve como plataforma para concursantes a nivel internacional, que deseen mostrar su intelecto y belleza. El ganador de esta competición se distinguirá como embajador de la comunidad sorda.

Señas y vocalización. Mientras Alexandra respondía las preguntas que le traducía una intérprete durante esta entrevista, vocalizaba las palabras, que claramente se le pueden entender. Es así como ella se comunica con su familia y amigos, ya que la mayoría no sabe lenguaje de señas.