Por Jahel Mendoza
Para esta época de reflexión, propiciada por la Semana Santa, muchos objetos que son considerados como símbolos indispensables de la celebración tienden a sufrir un considerado aumento en las ventas y, por ende, en la misma producción. Uno de esos objetos, que no solo representan símbolos religiosos sino que además son utilizados como decoración, son las velas.
Tradicionalmente estos elementos luminarios ocupan un lugar especial en toda la Semana Mayor, ya que, según Gina Cabarcas, integrante de la Pastoral de Liturgia –aquella que organizan todas las celebraciones de la Arquidiócesis de Barranquilla–, 'los católicos usan mucho las velas para colocarlas ante las imágenes del Santísimo y así representar aquella oración constante que se hace incluso cuando no se está presente'. Las velas más utilizadas en esta temporada son las blancas, aunque en algunos momentos del año litúrgico estas tienden a ser verdes, moradas o rojas.
Sin embargo, el día de más relevancia para las velas, o para luz, en general, es el Sábado Santo o de Gloria. Este sábado, según los católicos, es el tercer día del Triduo Pascual –período de tiempo conformado por el jueves, viernes y sábado santo, en los que se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Cristo–, y justo esa noche se celebra la Vigilia Pascual, en la cual se enciende el Cirio Pascual, una gran vela consagrada que es signo del Jesús resucitado y de la luz y esperanza que este irradia.
A pesar de que la celebración principal es el sábado, muchos hogares suelen llenarse antes de velas, incensarios y sahumerios crear ambientes relacionados a la Semana Santa, en una especie de pequeños rituales para purificar el ambiente.
Velas importadas. Carolina Malkún es una barranquillera que desde hace más de nueve años incursionó en el mundo de las velas. La también productora de televisión cuenta con su propia marca de velas llamada CM Caro Malkún, así como dentro de su catálogo maneja otras marcas de velas como la estadounidense Bath and Body Works.
Malkún tiene a la venta más de nueve casas de velas, de tamaños, colores y olores variados. Si bien es cierto a lo largo del año la comerciante vende principalmente velas de tonos oscuros y fragancias achocolatadas, para esta época del año 'las velas de colores claros y con olores frescos como el eucalipto, la menta, la lavanda y las fresas han predominado los gustos de mis clientes'.
De acuerdo con Carolina, las ventas para este mes se han triplicado, es por ello que se vio en la necesidad de aumentar su pedido de velas, las cuales son hechas e importadas desde Estados Unidos y Japón.
'En una semana se vende un promedio de más de 40 velas, por mes más de 100. Para marzo tuve que realizar un pedido de 300 velas', afirmó. La vela más económica que ofrece Carolina tiene un costo de $30 mil pesos y pesa unas dos onzas, mientras que la más costosa cuesta $200 mil pesos y pesa 18 onzas.
Más de 18 modelos de bandejas para colocar las velas, así como encendedores y apagadores, hacen parte de la variada mercancía ofrecida por Malkún , quien también personaliza –si se solicita– el rincón donde se pondrán las velas, con bandejas y bases, si se requiere.
La Fábrica de velas
En Galapa se alza Velas y Veladoras Sagrado Corazón, una fábrica de velas que por más de 20 años ha participado en este mercado, elaborando veladoras de diferentes formas, colores y tamaños.
A lo largo de la empresa se pueden observar las diferentes secciones en las cuales las velas son elaboradas. El recorrido inicia por las calderas, donde los bloques de resina son depositados para que se derritan. Una vez derretidos, el líquido pasa a ser vertido en los diferentes moldes, donde adoptan las figuras deseadas y de los cuales se sacan cuando ya están secas, para pasar a ser envueltas, almacenadas y luego vendidas y distribuidas.
La empresa, que al día produce más de 2 mil velas, realiza envíos nacionales y cuenta con numerosos clientes mayoristas que se encargan de distribuirlas por todo el país.
Para este mes, de acuerdo con el dueño de la compañía, Carlos Portillo, 'la venta y producción de vela blanca, especialmente de los cirios, ha aumentado entre un 20 y 25%'. Portillo explicó que su empresa fabrica cirios de tres diferentes tamaños: de uno, dos y tres cm de diámetro, mientras que de largo, lo cual depende del cliente, pueden ser de 30 o 40 centímetros. El cirio grande cuesta $3.300 pesos; el mediano, $2.200, y el pequeño $1.100, siendo el cirio grande el más vendido.
Para el sábado santo: el cirio pascual
El Cirio Pascual se enciende desde la Vigilia Pascual hasta el domingo de Pentecostés, y en ese tránsito suceden 50 días.
De acuerdo con la feligrés Gina Cabarcas, la Vigilia Pascual es la celebración central de la Semana Santa, ya que en esta se conmemora la victoria de Cristo sobre la muerte. Cabarcas contó que 'la noche comienza con la Liturgia de la Luz, que es la bendición del fuego nuevo, donde el sacerdote bendice el Cirio Pascual que será mostrado ante los feligreses como Cristo la Luz del Mundo, el que disipa las tinieblas y ofrece la vida nueva'.
El cirio tiene grabado en los extremos un alfa y una omega, que son la primera y última letra del alfabeto griego respectivamente; el año, en este caso 2016, y la cruz, que representa al Cristo crucificado y sus llagas. Algunos le adicionan más grabados.
‘Tips’
Para encender las velas: lo recomendado es no usar fósforos y optar más bien por encendedores pues muchos de ellos, bastante flexibles, están hechos para llegar a cualquier profundidad de la vela que se ha ido consumiendo y de esa manera evitar quemaduras.
Los apagadores de velas: Para apagar las velas se aconseja no soplar la mecha ya que al hacerlo esta bota humo y expele un olor a vela quemada. Lo mejor es usar el ‘snuffer’, un aparato para apagar la vela.
Cortar el pabilo de la vela: cuando la mecha de la vela está muy larga, se recomienda cortarla con unas tijeras especiales, ya que si no se le recorta se corre el riesgo de que la llama producida consuma la vela mucho más rápido.