Desde que puso el pie derecho en la tierra del palenque de San Basilio, tuvo dos sensaciones impactantes: el golpe de calor de los 39 grados de temperatura reinantes y una muestra ferviente de amor verdadero de un pueblo espontáneo.
Sí, San Basilio se rindió a los pies, a la belleza, a la gracia y a la sonrisa de quien parecía salida de una de sus casas, la Señorita Chocó, Yesuly Londoño Mosquera. 'Me siento como en mi tierra', dijo la candidata a EL HERALDO.
Cuando bajó de la buseta refrigerada, para dirigirse por la calle principal llena de polvo de Palenque, la gente la aplaudió emocionada. De ahí en adelante, empezó a ser Yesuly, de Palenque.
Sixto Herazo Cáceres, quien comía con las manos una mojarra con yuca, y que era, según su decir, el tercer desayuno de la mañana, vio, en sus 68 años de vida, pasar por primera vez por Palenque a las 21 mujeres que se disputan el cetro y la corona de Señorita Colombia.
Era como un patriarca sentado en el frente de su casa, acompañado de sus nietecillos, analizando el revuelo del pueblo y disfrutando de los toques de tambor y las canciones que entonaba un coro de niñas. 'Están un poco delgadas para mi gusto, pero son bonitas. Aunque la mía es la de San Andrés', dijo.
Y es que más de medio pueblo estaba con Chocó y con la representante de San Andrés, Zuleika Kiara Suárez, dos afrodescendientes del ramillete real.
Durante el desfile por la pasarela, instalada en el nuevo coliseo de deportes, a pocos pasos de la plaza Benkos Biojó, la candidata de Chocó recibió una ovación impresionante que debió perturbar a los vecinos del sector.
Ni las anfitrionas, Cartagena y Bolívar, tuvieron una manifestación de cariño y apoyo, como cuando la reina de Chocó se levantó de su silla para desfilar.
Feliz de sentirse querida, por ese amor de sangre y de raza, la candidata del Chocó desfiló y bailó a sus anchas al son de la champeta que animaba el corto desfile. Cada gesto, cada pase de baile, cada beso tirado, generó una algarabía general.
A San Andrés, en otras proporciones, también le fue bien. Su salida a desfilar fue saludada con un nutrido aplauso.
Y una que aprovechó la ocasión fue la señorita Meta, Esthefany Castro, quien desfiló acompañada de Doris, la niña cantadora que es conocida como la ‘voz de Palenque’.
En esta visita, las candidatas estuvieron custodiadas por un ‘batallón’ de Infantes de la Marina y de policías. Varios de ellos, en ocasiones, no resistieron la tentación de fotografiarse al lado de las reinas de sus preferencias.
Las candidatas bailaron al ritmo de música folclórica y también al son de champeta.
Durante la primera visita de las candidatas a San Basilio, el gobernador de Bolívar, Juan Carlos Gossaín, contó las inversiones que hace su gobierno en este poblado. Entregó, con las reinas, viviendas y el coliseo y gimnasio que se hizo en honor a uno de los hijos más grandes de San Basilio, Antonio Cervantes Kid Pambelé, otro de los ovacionados, quien no estuvo presente, pero cuyo nombre energiza a la gente solo con mencionarlo.
Las candidatas parecían muñecas felices en la caldera de Palenque. Se abanicaron y no dejaron sus sonrisas un solo minuto.
Atlántico se mostró como bailadora de champeta; Caquetá, ante el poco fervor que inspiraba en su desfile, pidió palmas a los palenqueros. Norte de Santander, Bolívar y Cartagena dominaron la pasarela con espontaneidad, mientras otras como Bogotá, Cauca y Risaralda lucieron muy simples.
Al final, un cónclave de abuelos, sentados en la calle contigua por donde desfilaron las reinas, libando unos rones blancos, dijeron, envalentonados por el alcohol: '’Verdá’, si nos las dejan, nos quedamos con todas ellas'.