La historia de María Eugenia Dávila, una de las más grandes glorias de la televisión colombiana, no se aleja de un cuento de telenovela. La actriz nacida el 9 de mayo de 1949 en Medellín, murió ayer -día de su cumpleaños número 66-, una escena final que contrasta de algún modo con lo que fue la dramática vida de esta protagonista.
La actriz que desde finales de los años 70 obtuvo fama con papeles protagónicos en telenovelas como La María, Manuelita Sáenz y Señora Isabel, entre otras, a sus 10 años llegó a Bogotá con su madre, Lila, y con el sueño de convertirse en actriz y aparecer en la televisión.
El primer papel de su vida fue en la telenovela El 0597 está ocupado, que se grabó en 1959. En la producción participaron artistas como Raquel Ércole, Rebeca López, Elisa de Montojo, Rosita Alonso, Álvaro Ruiz, Roberto Reyes y Judy Henríquez, entre otros.
A los trece, María Eugenia empezó a actuar en teleteatros, siendo el primer montaje Yerma, de Federico García Lorca, y el segundo La casa de Bernarda Alba, también del poeta español.
Diez años más tarde, la actriz regresó a Colombia, luego de vivir una temporada en México, donde actuó en novelas, comedias y películas.
Con su retorno al país vino el éxito y la consagración de una actriz brillante. De entrada protagonizó La María, que fue la primera adaptación a la televisión de la novela homónima de Jorge Isaacs.
Le siguieron producciones como Manuelita Sáenz, La abuela (junto a Teresa Gutiérrez), Hato Canaguay, La mala hierba, El bazar de los idiotas, Un ángel de la calle y Pero sigo siendo el rey -basada en la obra del mismo nombre, de David Sánchez Juliao-, entre otras.
La actriz reapareció hace cinco años en los televisores de los colombianos, luego de una década sin actuar. Lo hizo con un papel pequeño en la telenovela Amor en custodia, del canal RCN.
María Eugenia fue una mujer que alcanzó más que su sueño de ser actriz cuando niña. Tuvo fama, belleza, éxitos en la pantalla chica por más de tres décadas y el reconocimiento del público por su trabajo artístico.
Pero también tuvo problemas relacionados con los excesos de alcohol y drogas, un karma que la separó del medio más de una vez y que derivó en una serie de problemas de salud.
La vida de telenovela de esta gran actriz colombiana, que terminó por complicaciones respiratorias, cerró como el capítulo de una historia digna de ser contada en televisión.
Sus primeros años
Desde muy pequeña, María Eugenia Dávila empezó a actuar. A los tres años ya lo hacía frente al espejo, recitando un fragmento de la obra Genoveva de Brabante, al lado de su mamá, quien desde un principio fue su inspiración. A los seis años interpretó el papel de Niño Jesús y a los doce ya sumaba una serie de apariciones en obras como Claudia y sus fantasmas. A los trece, esta actriz empírica y autodidacta, inició su carrera en los teleteatros, al lado del que se puede considerar el único maestro que tuvo en la vida: Bernardo Romero Lozano.