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De la tierra de las rancheras vino Marcos Sáenz González a tocar vallenato. Cambió su sombrero mexicano por uno vueltia’o, propio de la Costa Caribe colombiana, y se subió a la tarima del coliseo de ferias ayer en Valledupar, como uno de los 15 semifinalistas en la categoría de acordeonistas profesionales.

Nació hace 25 años en Monterrey, México, y desde los 15 toca acordeón, instrumento que empezó a dominar de manera empírica y luego con bases musicales y un curso en la escuela de talentos Rafael Escalona de la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata, lo que le sirvió para consagrarse como soberano en su país y Rey de Reyes en Nueva York.

Atraído por la interpretación de los grandes juglares, aprendió a tocar. Señala que es de la escuela de Luis Enrique Martínez, Alejandro Durán, ‘Pacho’ Rada y ‘Colacho’ Mendoza, a los que ha seguido en su forma de interpretar acordeón.

En este Festival fue semifinalista, dejando atrás a 68 concursantes, muchos experimentados y dando la batalla por la corona. 'La competencia está reñida, pero como decimos en México, órale, órale, no me rajo tocando vallenato'.

En el costado derecho del coliseo, una comitiva de 12 personas, con la bandera de México, pancartas y camisetas, lo animaban durante su presentación. 'Salimos de Monterrey a acompañar a Marcos, él es nuestra representación', sostuvo Juan Olivares, amigo del mexicano.

Sáenz se mostró agradecido con Valledupar. 'Mi agradecimiento es total por ese gran apoyo que me dan a mí siendo extranjero, mexicano de nacimiento, de la ciudad de Monterrey y que no tengo familiares ni de padre, ni de madre que sean colombianos, entonces para mí es algo muy bonito y me siento muy complacido con esa respuesta'.

'Aquí estamos, sé que hay buenos contendores, pero estoy trayendo vallenato desde México, le tenemos respeto, sabemos que para concursar en este Festival se deben cumplir unos requisitos, la pauta es tocar vallenato tradicional, entonces es por eso que elegimos un repertorio que creemos es el adecuado para concursar', puntualizó.

Estar entre los 15 semifinalistas, para el mexicano es un logro de magnitud. 'Monterry es tierra de acordeonistas, así como en el norte de este país Colombia, allá también en el norte de México son acordeonistas entonces nos une el acordeón que es provincia y que también se hace ese intercambio de cultura que así como ustedes cantan rancheras, nosotros también el vallenato'.

'Somos iguales, tenemos el mismo corazón, el alma y espíritu, y aquí estamos para ayudarnos', puntualizó.

Confiesa que en las parrandas en Monterrey lanza el ‘Juepajé’, pero le sale medio ranchero. 'Hacemos vallenato con respeto y agradecemos la oportunidad que nos dan en este Festival que cada día es más internacional y es uno de los mejores en el mundo'.

Desde 2007 se presentó consecutivamente en la categoría aficionados hasta 2010, luego hizo un receso en el Festival, tiempo que aprovechó para grabar su disco y cumplir con varias giras internacionales, lo que según él le dio la madurez musical para volver este año a la competencia de los profesionales con el firme propósito de llevar la corona a Monterrey.

Jorge Luis Ortiz, es cantante y guacharaquero vallenato, acompañó en la tarima a Marcos Sáenz, indicando que ha tenido un buen acoplamiento y el concursante mexicano, ha sorprendido en la ejecución del acordeón. 'Durante un mes hemos estado ensayando, escogimos las canciones que cumplen con los parámetros del Festival y creo que las cosas que hemos dado resultados', sostuvo.