De maestros buenos, regulares y no tan buenos se ha hablado con frecuencia en los últimos días, a raiz del paro en el que participaron los cerca de 350 mil docentes de primaria y secundaria de las escuelas públicas del país. El tema de la calidad educativa gravitó alrededor de la agenda de los educadores y el Gobierno, especialmente su relación con el tema salarial y con la evaluación docente.
Por eso, en este Tinto del Domingo invitamos a tres expertos en el tema a analizar qué ha pasado con la valoración del maestro en nuestra sociedad, –¿qué cambió y por qué?–, cuál debe ser el perfil del maestro ideal, cómo está la demanda en las facultades de educación, quiénes son los que optan por esta profesión –¿la eligen por vocación o como segunda opción?– y cuáles son los retos del día a día y la importancia de la evaluación docente.
Una de ellas es la gerente de Educación de la Fundación Compartir –entidad que exalta a los mejores maestros y rectores del país–, quien da una mirada general al tema; por su parte la decana de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad del Atlántico habla de la oferta y de la demanda de la profesión, mientras que la docente Luisa Del Villar, quien acaba de ser premiada como una de los Mejores Maestros del Atlántico habla de su exitosa propuesta pedagógica.
Reglamentación de la docencia
Dos normas merecen especial atención, en cuando al marco legal de la docencia: la Ley General de Educación (Ley 115 de 1994), que reglamenta el servicio público de la educación y que establece la estructura del sistema educativo colombiano (educación formal y educación para el trabajo y el desarrollo humano) y las modalidades de atención educativa (población especial, grupos étnicos, adultos, población rural, etc.). Por su parte el Decreto 1278 de 2002 establece el Nuevo Estatuto de Profesionalización Docente y solo empezó a funcionar en 2004. Contempla, entre otros, los requisitos para el ingreso al servicio y a la carrera, los incentivos para los docentes que ingresen y las evaluaciones de desempeño y de competencias a las cuales serán sometidos los maestros.
Luisa del Villar Herrera. Lic. en Lenguas Modernas; esp. en Pedagogía de la Lengua Escrita y mg. en Educación. Profesora del Dolores María Ucrós (Soledad). Premio Compartir Mejor Maestra Atlántico, 2015.
¿Quién quiere ser maestro? En Colombia es bastante difícil que un muchacho termine su bachillerato y elija como profesión la carrera docente. Se requiere un esfuerzo mayor, que él vea en uno un modelo a seguir, que vea que esta es una carrera digna y valiosa, y eso solo lo puede ver en un maestro preparado y con gran calidad de vida. Seguramente que nuestros abuelos dijeron que el maestro era una persona respetable. Hasta le delegaban la función de ser una especie de segundos padres, una autoridad. Pero hubo algunas leyes en las últimas décadas que empezaron a degradar el rol del docente.
‘Profes’ que hicieron daño. Por otro lado están los profes que, en un momento dado, hicieron mucho daño. Que no se esforzaron por prepararse y que dieron pie a una mala fama: que teníamos más días libres, más vacaciones, que trabajamos solo media jornada, que la tomábamos fácil. Eso es un mito, no es así. Afortunadamente el maestro ha ido retomando la importancia que tenía en la sociedad.
Prueba Saber no es suficiente. A un estudiante puede no irle bien en una prueba –como la Saber– por cualquier factor: por nerviosismo antecedente, o por los conocimientos débiles que traía, por lo que ese no debería ser el indicador. En la cotidianidad de la escuela uno se da cuenta de que hay situaciones que no están registradas en ninguna parte. ¿Cómo puede ser uno, al mismo tiempo, médico, sicólogo, administrador, y en cada uno de esos roles desempeñarse con gran movilidad, sin que nada ni nadie registre eso? Yo trabajo en una escuela pública con 3.005 estudiantes y tengo 240 de los grados décimo y undécimo, ¡es difícil la tarea! Enseñar lectura y escritura como proceso, y prepararlos como ciudadanos críticos, no es fácil cuando se tienen 40 estudiantes en un aula.
Modelación y tutoría La propuesta que presenté en el Premio Compartir, denominada ‘Leer y escribir textos académicos. Una experiencia curricular y didáctica posible’, implica enseñar a través de la tutoría y de la modelación. Para ello, los estudiantes analizan textos (argumentativos) que otros estudiantes, el año anterior, ya elaboraron conmigo, de manera que vean cómo ellos pueden hacerlo. Es como decir: Si mi compañero pudo participar en el concurso de ensayos, yo también puedo hacerlo. Por eso se llama por modelo. Luego del análisis, los estudiantes escriben en situación de comunicación real; es decir, no para la nota, sino para divulgar, publicar, o para concursar.
¿A quién no pude rescatar? Cada noche reflexiono sobre lo que hice en el día para ver si hice lo planeado. Mi preocupación es quién se me quedó por fuera, a quién no pude atender; esas miradas lejanas en las que no pude incursionar, que no pude rescatar, porque, por más que yo esté provocándolos con unos ejercicios de lectura y escritura, ellos tienen otras preocupaciones, y ese día de pronto alguien se me quedó sin que yo lo pudiera atender…
Janeth Tovar Guerra. Lic. en Biología y Química, mg. en Administración y Supervisión Educativa, PhD en Ciencias de la Educación. Decana Facultad Ciencias de la Educación en Udea.
Nueve licenciaturas. La Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad del Atlántico tiene 9 programas de pregrado: licenciaturas en biología y química, en educación para personas con limitaciones o capacidades excepcionales, educación infantil, español y literatura, matemáticas, ciencias sociales, educación artística y en idiomas extranjeros. Todo el que se forma en una licenciatura se educa para ser maestro y, por lo tanto, deberían tener una actitud para ello.
Cualquiera no puede ser docente. Últimamente no se le ha dado fortaleza a la pedagogía y se cree que una persona que haga un cursito de 3 o 4 meses ya puede salir a dictar una clase. Se requieren unos estudios más cualificados de formación, porque el verdadero licenciado requiere de unas competencias de mayor nivel. Cualquiera no puede ser docente. El ministerio de Educación viene trabajando en eso: que sean las facultades de Educación las que se encarguen de liderar los procesos de formación y cualificación de maestros, fundamentando y fortaleciendo más lo pedagógico. Esa es una tarea que ya comenzamos a sacar adelante en nuestra facultad.
Mejorar la selección. En cuanto al ingreso de jóvenes a las facultades de Educación, creo que hay que hacer una revisión o análisis a los requisitos de ingreso del estudiante a la universidad. Pienso que se requiere de una entrevista y no seleccionar de buenas a primera al estudiante que escoge la licenciatura como una segunda opción. Los que ingresan a una carrera de licenciatura deben ser los mejores estudiantes, pues ellos multiplicarán y serán los profesores de quienes van a copiar de nuestro modelo. Los profesores, incluso en primera infancia, deberían ser las personas más cualificadas, por el impacto que tienen en la vida de ese niño al que se le dan las primeras herramientas, y no personas, como a veces vemos, que no tienen el conocimiento para esa responsabilidad tan grande.
Fortalecer la formación. Es importante fortalecer más la formación pedagógica. La pedagogía es todo y se hace en todo momento: en la casa, en la institución, en todas partes. No solo se es maestro en el aula de clases, sino también fuera de ella. Las Ciencias de la Educación abarcan evaluación, pedagogía, currículo y didáctica; son muy amplias y todas las demás profesiones hacen uso de ella. En tal sentido, siento que tenemos muchas debilidades en las didácticas, en la forma de enseñar y en los estilos de aprender. Es que el estudiante se distancia más porque se dedica al celular, y a la tecnología en general, y entonces no quiere aprender a sumar, ni a restar, sino que se va enseguida a la calculadora; entonces, a los maestros nos toca aprender a combinar los métodos de enseñanza y explorar y aprender nuevas metodologías para enseñarles. Es importante fortalecer la evaluación, en todos los sentidos. Hablamos desde la acreditación de programas, acreditación institucional e internacionalmente.
Patricia Camacho Álvarez. Economista, magister en Sociología. Gerente de Educación de la Fundación Compartir.
Un buen docente es... un verdadero profesional que conoce el área que enseña y su didáctica; está permanentemente actualizado con el conocimiento y con la comunidad académica; es reflexivo, analiza lo que pasa en el aula de clases, las fortalezas y las debilidades de sus alumnos, y por lo tanto está en capacidad de generar soluciones a los problemas y motivaciones para multiplicar fortalezas. Es, además, una persona que sistematiza lo que hace para poder evaluar qué pasa con cada clase, con cada niño, etc.; es también capaz de evaluarse a sí mismo y a sus alumnos; todo el tiempo tienen la intención de mejorar su práctica pedagógica; reconoce a cada uno de sus alumnos y sus condiciones específicas, y con base en eso es capaz de enseñarles a cada uno de ellos. Eso es lo que se conoce como maestros incluyentes.
Un buen rector, además de incluyente, es capaz de identificar necesidades y fortalezas de sus docentes, de sus alumnos y de toda la institución, para poner al servicio del aprendizaje de los niños todos los recursos físicos y financieros que tiene, haciendo uso de su liderazgo. Instaura en su institución educativa un ambiente de convivencia y aprendizaje; es capaz de planear un año lectivo y de ejecutar los recursos, es decir, sabe guiar. Igualmente, se relaciona muy bien con la comunidad y con los padres de familia, porque entiende que la institución educativa va más allá de los muros del colegio.
Investigación. Hace 3 años, el presidente de la Fundación, Pedro Gómez Barrero y el comité educativo definimos hacer una gran investigación con una hoja de ruta para que el país pueda romper rápidamente los círculos viciosos. Investigadores de las universidades de los Andes y del del Rosarioanalizaran los sistemas educativos de los países mejor ranqueados en las Pruebas Pisa: Finlandia, Corea, Singapur y la provincia de Ontario, en Canadá.
Propuesta de Compartir. Con base en eso se analizó la realidad colombiana y se hizo una propuesta, para lograr educación de calidad. Primero, lograr que quienes lleguen a estudiar docencia sean los mejores bachilleres del país. Por eso proponemos que el Estado financie a los mejores estudiantes para que estudien docencia en aquellas facultades que son las mejores del país; que el Estado financie una mejora sustancial de las facultades de Educación; que se les den becas a los estudiantes –de sostenimiento a quien lo necesite y de matrículas a todos para que se mantengan estudiando y que sean los mejores bachilleres–. También que haya una formación permanente para los docentes en servicio y que estén actualizados con los avances nacionales e internacionales; docentes a los que se les pueda hacer una evaluación mutidimensional, –en el aula, que permitan que sus alumnos opinen, lo mismo que sus jefes y colegas, es decir, una evaluación 360º–. Cuando rompamos este ciclo vamos a tener unos maestros valorados ymejor calidad de la educación.
Seis maestros que dejaron huellas en Latinoamérica
Simón Rodríguez Venezuela
Conocido en su exilio de la América española como Samuel Robinson, fue un gran filósofo y educador, uno de los más grandes de su tiempo, tutor y mentor de Simón Bolívar al igual que Andrés Bello.
Andrés Bello. Venezuela
Poeta, legislador, filósofo, educador, crítico y filólogo, desarrolló gran parte de su obra en Chile. Ha sido uno de los humanistas e intelectuales más importantes de Venezuela y América Latina.
José Martí. Cuba
Fue un destacado político, pensador, periodista, filósofo y poeta, al que los cubanos llaman ‘el Apóstol’. En Guatemala enseñó las cátedras de literatura e historia de la filosofía y colaboró en varias publicaciones.
Gabriela Mistral. Chile
Seudónimo con que se hiciera conocida Lucila Godoy de Alcayaga. Desde temprano se dedicó a la enseñanza, actividad que la llevó a trabajar en colegios de diversas zonas de Chile durante casi 20 años.
Agustín Nieto Caballero. Colombia
Educador, abogado, psicólogo y filósofo, formado en EEUU y Europa. Fundó el Gimnasio Moderno (Bogotá, 1914). Crítico de la escuela tradicional, decía que esta era un gimnasio para el cuerpo y el espíritu.
Marco Fidel Suárez. Colombia
Escritor y político que llegó a la presidencia (1918-1921). La Academia de la Lengua lo premió por ‘Ensayo sobre la Gramática Castellana de don Andrés Bello’. Es una autoridad en gramática y literatura.