Apreciar la Lisboa de los siglos XVI y XVII a través de once de sus iglesias es posible gracias a dos rutas o 'itinerarios de la fe' que brindan una genuina perspectiva arquitectónica, pictórica e espiritual de la capital portuguesa.
Los recorridos por los templos lisboetas evocan una convulsa época de la ciudad, la de su esplendor en los siglos XVI y XVII, y la de su reconstrucción después del terrible terremoto que destruyó en 1755 la urbe, por entonces equiparable a lo que representa actualmente Nueva York.
La influencia de los Jesuitas está especialmente patente en las rutas de las iglesias, en una época en la que Portugal era uno de los principales motores comerciales mundiales gracias a sus posesiones ultramar.
'Nos dimos cuenta de lo importante que era dinamizar aquella área, para divulgar el rico y vasto patrimonio de las iglesias, tanto para los portugueses como para los extranjeros', contó a EFE Maria João Norton, voluntaria de la Parroquia de São Nicolau y responsable de los paseos.
La iglesia de São Nicolau, situada en la Baixa (parte baja de la ciudad), forma parte de una de las rutas que también incluye las de Conçeição Velha, Madalena, Vitória y Nossa Senhora da Oliveira.
Las visitas muestran 'un contexto histórico de sus fundaciones (las de las iglesias), inclusive pasando por sus reconstrucciones después del terremoto de 1755, que golpeó a todas estas iglesias de la Baixa', comentó Norton.
En 'Itinerarios de la fe', nombre con el que se ha bautizado esta iniciativa, también se repasan los templos del popular Chiado, como la Iglesia de São Pedro de Alcântara, São Roque, la Capilla de Ordem Terceira do Carmo, la Iglesia de Santo Sacramento, Basílica dos Marques y la iglesia de Nossa Senhora da Encarnação.
Uno de los puntos más celebrados de esta visita es la Iglesia de São Roque, que dispone de un techo pintado en madera de estilo manierista que data de 1570, diseñado por el arquitecto español Francisco Venegas.
'Es algo único, el contar con un techo pintado sobre madera de esa época, de finales de la década de 1570', contó a Efe la técnica superior del Servicio de Desarrollo Cultural de la Santa Casa de la Misericordia de Lisboa, Susy Ferreira.
Y es único porque es una de las escasísimas estructuras superviviente del terremoto de 1755, que destruyó gran parte del patrimonio de la ciudad.
Panorámica de la Iglesia de São Roque. /Tomada de www.panoramio.com
De la iglesia de São Roque, junto al animado Bairro Alto, también destacan sus capillas, de suntuoso estilo barroco, reflejo del poder que tenía en la época Portugal, entonces enriquecido por el oro de su colonia Brasil.
Sobresale la de São João Baptista, considerada una obra única del arte europeo del siglo XVIII, realizada por encargo del rey João V y construida por los romanos Luigi Vanvitelli y Nicola Salvi entre 1742 y 1747 con varios tipos de mármoles.
Este templo de Sao Roque es también significativo por ser el primero que levantaron los Jesuitas, a finales del siglo XVI.
Para Maria João Norton, de São Nicolau, el valor añadido del proyecto no se ciñe al interés por el patrimonio y la preservación de las instituciones, sino que 'educa mucho y, en ese sentido, abre el apetito para conocer más'. EFE