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Las autoridades egipcias exigirán la tramitación de un visado de entrada a Egipto en sus consulados en el extranjero a todos los turistas que viajen al país a titulo individual, en lugar de su compra en la frontera como hasta ahora.

El portavoz del Ministerio egipcio de Exteriores, Badr Abdelati, explicó hoy a Efe que esta nueva normativa se empezará a aplicar a partir del próximo 15 de mayo, en puertos y aeropuertos, a todo aquel que viaje por cuenta propia, ajeno a una agencia de turismo en la que delegue dicha tramitación.

Los que entren en el país como parte de un grupo y con un viaje organizado por una agencia de viajes podrán recibir el visado en el puesto fronterizo del país.

Hasta ahora, los turistas de múltiples países del mundo, entre ellos los europeos y Estados Unidos, podían entrar en el país comprando en el aeropuerto un visado de entrada que permitía una estancia de un mes.

Este cambio supone tener que acudir a la representación diplomática egipcia en el extranjero y solicitar la tramitación burocrática de un visado.

El portavoz, quien dijo desconocer más detalles sobre esta ley egipcia, precisó que la normativa podrá ser reformada antes de su entrada en vigor.

Por su parte, la secretaria general de la Cámara de Instalaciones Hosteleras en Egipto, Hala al Jatib, detalló a Efe que se trata de una medida que estaba en estudio desde hace varios meses.

'No es una decisión extraña porque todos los países del mundo aplican medidas similares', aseguró.

No obstante, mostró su esperanza en que los servicios consulares egipcios en el exterior faciliten los tramites de visados a los extranjeros que quieran visitar Egipto, para que esto no acentúe la crisis turística existente en el país desde el derrocamiento del presidente Hosni Mubarak en 2011.

El pasado sábado, el ministro egipcio de Turismo, Jaled Rami, recién nombrado en su cargo, informó de que su objetivo es alcanzar los 20 millones de turistas para el año 2020, mediante una amplia campaña de publicidad que promocione el país como destino familiar.

Este plan implica duplicar la actual cifra de turistas, situada en torno a los 10 millones tras el descenso registrado por la crisis política y de seguridad después de la revolución de 2011. EFE