Con el fin de disminuir los contagios de covid-19 en el Atlántico, la Gobernación y la Alcaldía de Barranquilla emitieron nuevas medidas, en las que decretan toque de queda continuo para este fin de semana.
El alcalde Jaime Pumarejo y la gobernadora Elsa noguera explicaron que el toque de queda arranca desde las 6:00 de la tarde del 9 de abril hasta las 5:00 de la mañana del 12 de abril.
Esta medida se retoma el mismo 12 de abril entre las 6:00 de la tarde y las 5:00 de la mañana del día siguiente, durante la semana comprendida entre el 12 y 19 de abril.
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También se mantiene el pico y cédula para la movilización de personas, en la modalidad par e impar, entre el 12 de abril y 19 de abril.
La medida de ley seca se mantiene en el mismo horario en todo el departamento. La gobernadora Elsa Noguera dijo que las playas, lo mismo que los bares, discotecas y establecimientos nocturnos estarán cerrados.
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Los mandatarios recalcaron que el pico y cédula no aplica para la vacunación contra coronavirus.
Pumarejo recordó que las personas, entre el rango de edad autorizado para vacunar, pueden llegar sin agendamiento a los puntos asignados.
'La vacunación no se detiene, los puntos de vacunación permanecerán abiertos todo este fin de semana y durante la próxima semana. No habrá restricción para irse a vacunar', dijo el alcalde.
'Con estas medidas lo que buscamos es salvar vidas, reducir la velocidad de contagio y la positividad, y de esa manera poder atender a los barranquilleros y atlanticenses que necesiten un espacio en nuestro sistema hospitalario. Les pedimos que tomemos conciencia de la importancia del autocuidado, porque si seguimos creciendo a esta velocidad no encontraremos camas disponibles en clínicas y hospitales para atender a los pacientes con coronavirus', añadió la gobernadora.
Este paquete de medidas es una respuesta a un comportamiento atípico que ha tenido el virus en los últimos días y que está siendo objeto de estudio por parte del Instituto Nacional de Salud (INS), informaron los dos mandatarios.
Estudios de las autoridades de salud, dijo la gobernadora, demuestran que esta nueva ola está afectando a pacientes de clase media de los estratos 3 y 4, trabajadores formales, pertenecientes al sistema contributivo, que probablemente por la fatiga que produce la pandemia o la confianza que trajo la vacunación se contagiaron y llevaron el virus a sus hogares.
El alcalde explicó que en la primera ola apenas el 1% de los contagiados iba a los hospitales, y lo hacía de manera tardía, de manera que la tasa de letalidad alcanzó a ser del 5%.
Ahora, 15 de cada 100 buscan inmediatamente camas de hospitalización o urgencias, porque tienen más confianza en las clínicas, lo que ha ayudado a que la letalidad baje al 1%.
Sobre esto, el mandatario explicó que pese a que se está presentando una mayor demanda, están salvando cinco veces más vidas que hace un año.
'Lo ideal, sin embargo, no es que lleguen al hospital o tengan a disposición una uci. Lo que queremos justamente es que no tengan esa necesidad. Pero los contagios, quebrantando todos los escenarios, siguen subiendo como no lo habían hecho durante este año de pandemia. Por esta razón hemos decidido decretar la alerta roja', dijo en un comunicado de prensa.
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