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Los seres humanos formaron comunidades estables en el suroeste del Amazonas hace más de 10.000 años, mucho antes de lo que se pensaba, según los restos encontrados en el área boliviana de Llanos de Moxos y cuyo descubrimiento recoge un estudio que publica Science Advances.

Los Llanos de Moxos es un humedal en la cuenca del Amazonas que forma parte del departamento boliviano de Beni, donde los expertos estudiaron tres islas boscosas: la isla del Tesoro, la Chacra y San Pablo, en las que hallaron enterramientos humanos.

El estudio firmado por científicos de las universidades de Pensilvania y California (EEUU); Berna (Suiza); Tarapaca en Arica (Chile) y San Andrés (Bolivia) arroja luz sobre una transición social y ambiental en la región, en su mayor parte desconocida, pero de gran importancia.

Hasta ahora estaba documentada la existencia en la zona, varios siglos después, de sociedades complejas que transformaron radicalmente la región con estructuras ceremoniales, carreteras y el uso intensivo de la agricultura —se cree que cultivaron la mandioca, la batata, la guindilla y los cacahuetes—.

Sin embargo, 'ha sido una sorpresa' encontrar estos lugares habitados durante el Holoceno temprano y medio, pues gran parte de la Amazonía carece de piedra y 'poder identificar sitios precerámicos es bastante singular', dijo a Efe el firmante principal del estudio, José Capriles, de la Universidad de Pensilvania.

El análisis sobre el terreno y de grande cantidades de tierra quemada, carbón vegetal, conchas y otros restos de animales indican que esos sitios fueron el centro de comunidades estables con reducida movilidad y un uso intensivo de recursos hace entre 10.600 y 4.000 años.

Durante las excavaciones se encontraron cinco enterramientos de adultos —tanto hombres como mujeres—.

La mayoría estaban dispuestos de manera horizontal y de espaldas, lo que, según el antropólogo, 'parece algo significativo y muy probablemente vinculado a creencias particulares acerca de la muerte', además en uno de los enterramientos se hallaron algunas conchas grandes y en otro trazas de un pigmento rojo.

Las evidencias indican que los grupos que habitaron las islas de bosque dependían 'principalmente de la explotación de recursos silvestres', eran pescadores, cazadores y recolectores.

Los tres sitios estudiados tienen aspectos en común, 'lo que nos habla de una estrategia cultural bastante bien desarrollada', aunque hay evidencias —aclaró— de que la intensidad con la que se explotaron los recursos varió de uno a otro.

Hace 10.000 años, Llanos de Moxos era probablemente muy diferente al actual, 'que lastimósamente —dijo— se caracteriza por un incremento en la destrucción de hábitats'.

Así, según los trabajos de reconstrucción ambiental, el paisaje sería climáticamente más seco, con predominio de vegetación tipo cerrado, aunque las inundaciones posiblemente persistieron, y hubo una mayor diversidad y abundancia de fauna, indicó Capriles.

Los sitios analizados 'fueron abandonados varios siglos antes del surgimiento durante el Holoceno tardío de sociedades agrícolas complejas en Llanos de Moxos', indica el estudio.

La hipótesis es que esas primeras sociedades debido a su crecimiento, o a la posible falta de algunos recursos silvestres, fueron 'quienes empezaron a experimentar con la domesticación de varios cultígenos —variedad de planta que se ha seleccionado por las mejoras introducidas por los agricultores—, como la yuca, la mandioca o el camote'.