La existencia del exoplaneta beta Pictoris c, que ya era conocida por un método indirecto, se reafirma ahora con la toma de la primera imagen directa, para lo que se ha empleado el instrumento Gravity, en el chileno desierto de Atacama.
El exoplaneta, que orbita a la estrella Beta Pictoris a 63 años luz, había sido detectado al principio por el método de velocidad radial, a través del espectro de su estrella.
Las imágenes directas de exoplanetas son muy raras porque es muy difícil tomar una foto de un planeta junto a su brillante estrella anfitriona, que normalmente son entre mil y decenas de miles de millones de veces más brillantes que los planetas.
Para la detección directa de Beta Pictoris c se usó el instrumento Gravity del Observatorio Europea Austral (ESO), que combina la luz de cuatro telescopios de ocho metros y ha conseguido observar directamente el destello de luz procedente del exoplaneta.
'Es asombroso, qué nivel de detalle y sensibilidad podemos lograr con Gravity', explica Frank Eisenhauer, el científico principal del instrumento en el Instituto Max Planck.
La detección directa fue posible gracias a los datos de velocidad radial, que establecen con precisión el movimiento orbital de Beta Pictoris c, lo que permitió al equipo señalar con precisión y predecir la posición esperada del planeta para que Gravity fuera capaz de encontrarlo.
Los astrónomos pueden ahora combinar el conocimiento de estas dos técnicas previamente separadas, lo que significa que pueden obtener tanto el brillo como la masa de ese exoplaneta y ambas medidas combinadas suponen un paso importante para afinar los modelos de formación de planetas.
Como regla general, cuanto más masivo es un planeta, más luminoso, pero, en este caso, los datos de Beta Pictoris c y b -el otro que orbita la estrella- son algo desconcertantes.
Se estima que Beta Pictoris c podría tener ocho veces la masa de Júpiter, pero la luz que procede de él es seis veces más débil que la de su hermano mayor, que podría tener una masa similar.
Los datos que darán repuesta a la incógnita de la masa de Beta Pictoris b procederán del método de velocidad radial, aunque llevará tiempo, pues el exoplaneta tarda 28 años en dar completar una órbita a su estrella.