El barrio Olímpico de Mocoa cuenta desde hace unos días con un refugio lleno de voluntarios que reciben, dan tratamiento y cuidan a los animales que sobrevivieron a la avalancha que asoló la capital del Putumayo. El albergue animal lo han improvisado los voluntarios tras la estación y por él abundan perros, gatos, curiosos, sobrevivientes buscando a sus mascotas y una docena de policías que colaboran con su mejor voluntad para acomodar a los animales.