El presidente Gustavo Petro firmó una resolución para autorizar la instalación de una mesa de diálogos de paz con Comuneros del Sur, una supuesta escisión del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que ha provocado tensiones y la paralización de la negociación nacional con la guerrilla.
Mediante una resolución presidencial, Petro autorizó esta nueva mesa de diálogos -que será la cuarta con una guerrilla- y designó a Carlos Erazo como representante del Gobierno en los diálogos.
Además, en el equipo negociador también estará la exsenadora Ángela María Robledo -quien fuera fórmula vicepresidencial de Petro en 2018-, Andrei Giovani Gómez, la lideresa Clemencia Carabalí y Pablo Francisco Pardo.
El Gobierno empezó acercamientos contra esta supuesta escisión del ELN -de la que guerrilla dice que realmente son infiltrados del Gobierno para debilitarles- a principios de año, lo que ha provocado el enfado de la guerrilla y es una de las razones por la que la mesa de negociaciones nacional está paralizada y el cese al fuego, que finalizó el pasado 3 de agosto, no se haya renovado.
El ELN asegura que el jefe de los Comuneros, Gabriel Yepes Mejía, conocido como ‘HH’ o ‘Samuel’, es realmente un infiltrado de la inteligencia militar para crear la imagen de que la guerrilla está dividida, y considera una deslealtad que el Gobierno les pase por encima para negociar con un frente que hizo parte de ese grupo.
La propia delegación del Gobierno en los diálogos con el ELN, dirigida por Vera Grabe, pidió a Petro en una carta que les aclarara con quién se negocia.
“Es claro que el Gobierno nacional no puede adelantar un proceso de negociación en dos instancias con una misma organización: en este caso, una mesa nacional de diálogos como la que hoy existe con el ELN, y otra en un proceso con un frente guerrillero, tal circunstancia es jurídica y políticamente inviable”, se leía en una carta firmada por Grabe y el senador Iván Cepeda al presidente.
Las dos partes llevan desde enero sin celebrar ciclos formales de diálogos con el Gobierno, aunque sí se han hecho reuniones e incluso se firmó el primer punto de la agenda de paz.
Además el grupo guerrillero puso cuatro condiciones para seguir en la mesa de diálogos: retirar al ELN de la lista de grupos armados organizados, asegurando que son rebeldes y no un grupo narcotraficante; materializar el Fondo Multidonante para financiarlos a cambio de cesar el secuestro extorsivo; suspender los acercamientos con el frente Comuneros del Sur, y frenar las operaciones ofensivas de las fuerzas de seguridad del Estado.