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La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) ha manifestado su profunda preocupación por el aumento de la violencia contra periodistas en Colombia, destacando tres factores alarmantes: el asesinato de un comunicador, las crecientes agresiones por parte de las disidencias de las FARC y otros grupos armados, y los constantes ataques verbales del presidente Gustavo Petro contra la prensa.

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Estos temas se reflejan en el informe anual sobre Colombia que será presentado durante la 80 Asamblea General de la SIP en Mendoza, Argentina, del 17 al 20 de octubre.

Uno de los casos más graves recogidos en el informe es el asesinato del periodista Jaime Vásquez, ocurrido el pasado mes de abril en la ciudad de Cúcuta. Vásquez, quien investigaba presuntos actos de corrupción en contrataciones públicas, fue asesinado mientras llevaba a cabo su labor informativa.

Respecto a este hecho, la SIP recordó: “el sospechoso de ser el autor material fue capturado y permanece en la cárcel La Picota, de Bogotá”.

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En este mismo documento, la entidad alerta sobre las amenazas a las cuales se enfrentan los periodistas, especialmente en el sur del país, donde grupos armados ilegales obligan a los medios a publicar sus comunicados bajo coacción. Incluso, en algunos casos, denuncia la SIP, los reporteros son citados a campamentos para grabar declaraciones, enfrentando represalias si no cumplen con las exigencias de estas estructuras criminales.

Igualmente, la sociedad hizo mención del hecho ocurrido con el medio digital Vorágine, “que (la semana pasada) anunció la suspensión de sus publicaciones sobre paramilitarismo y narcotráfico por amenazas de muerte al periodista Nicolás Sánchez”.

Los ataques del presidente Petro a la prensa

La otra gran preocupación de la SIP son los ataques recurrentes del presidente y de funcionarios del Gobierno a “medios y periodistas en represalia por las críticas a la gestión del Gobierno”.

“La prensa crítica es estigmatizada con calificativos de ‘extrema derecha’ y ‘periodismo Mossad’. Se acusa de silenciar al presidente, de manipular su discurso, de cometer ‘villanías y canalladas’, de ser parte de un golpe de Estado, de mentir, de desinformar y de ‘homogeneizar las mentes’ a partir de grandes capitales”, resalta la SIP.

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En concreto, recuerdan el episodio del mes pasado en que Petro, durante la posesión de Iris Marín como defensora del pueblo, se refirió a las mujeres periodistas como “muñecas de la mafia”.

A la vez, el Gobierno está alineándose con medios alternativos, a los que considera “los únicos que transmiten la verdad” y los incentiva con pauta oficial y publicidad, y reforzando el Sistema de Medios Públicos (RTVC), “donde predomina la tendencia de omitir inconvenientes para el Gobierno”.

La libertad de expresión en América Latina está en riesgo

Adicionalmente a lo expuesto por la SIP, una nueva edición del Índice Chapultepec ha traído a colación el preocupante deterioro en las acciones institucionales en torno a las libertades de expresión y de prensa en Latinoamérica.

El barómetro, que evaluó a 22 naciones del hemisferio, señala que por segunda vez consecutiva el promedio global se ubicó por debajo de los 50 puntos, registrando una puntuación de 48,18 sobre un máximo de 100 puntos.

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En este índice, Colombia ha sufrido una notable caída, alcanzando solo 40,34 puntos, una de las dos caídas más significativas de la región, junto con Honduras. Este deceso coloca al país entre los países con peor desempeño en cuanto a las libertades de prensa, por delante de naciones como Perú, Guatemala, Bolivia, El Salvador, Cuba, Venezuela y Nicaragua.

La brecha entre el país mejor valorado, Chile, y el de peor desempeño, Nicaragua, es de 73,14 puntos, lo que evidencia una preocupante desigualdad en el estado de las libertades de prensa en la región.

Pronunciamiento de AMI

Frente a este panorama que se dibuja alrededor de la prensa nacional, la Asociación Colombiana de Medios de Información (AMI) hizo un reciente pronunciamiento este sábado a través de su cuenta oficial de X, en donde también manifestó su preocupación y alertó sobre la necesidad de hacer algo al respecto.

“Colombia, ya con escasos 40.34 puntos, uno de los dos países con mayor caída, como lo ha venido señalando AMI. (...) ¡¿Para dónde vamos?! Muy preocupante, no se puede ser indiferente ante esta realidad. Esto está pasando en Colombia”, señaló también la entidad.

Con información de Agencia EFE