Pablo Beltrán, jefe negociador de la guerrila, señaló que el proceso lo continuará con otro Gobierno.
Mauricio Duenas Castaneda/(EPA) EFEAME9130. BOGOTÁ (COLOMBIA), 26/05/2024.- Fotografía de archivo del jefe de la delegación de la guerrilla del ELN, Pablo Beltrán, hablando durante una rueda de prensa el 10 de octubre de 2023, tras una reunión como parte de los diálogos de paz con el Gobierno colombiano, en Bogotá (Colombia). El Gobierno colombiano y el ELN han decidido aparcar los reproches para firmar el primer punto de la agenda de paz, el mayor avance de las negociaciones hasta ahora porque, a pesar de las situaciones críticas de las últimas semanas, "la salida no es la ruptura", dice en una entrevista con EFE el jefe negociador de esa guerrilla, Israel Ramírez, alias 'Pablo Beltrán'. EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda NO VENTAS ZONA EPA ARCHIVO
El Ejército de Liberación Nacional, ELN, no firmaría un acuerdo de paz con el Gobierno de Gustavo Petro, según una declaración entregada por alias Pablo Beltrán, jefe negociador de la guerrilla en los diálogos con el ejecutivo.
De acuerdo con el representante subersivo, “la meta inmediata es avanzar lo máximo posible, hasta 2026, cuando concluye el presente Gobierno, y dejar este proceso lo más avanzado posible para que próximos gobiernos le den continuidad”.
De acuerdo con Beltrán, es necesaria “política única” para descongelar las negociaciones de paz, paralizadas desde enero, para “avanzar lo máximo posible” en el proceso, y buscar un nuevo cese al fuego bilateral, dice el jefe negociador de la guerrilla, Israel Ramírez, alias ‘Pablo Beltrán’, en una entrevista con EFE.
“Le solicitamos al Gobierno que afinara una sola política frente a esta mesa (…), queremos un solo interlocutor (con el) que si la mano derecha construye, la otra no destruye”, manifiesta Beltrán, tras la publicación de un comunicado conjunto, luego de una reunión en Caracas, que refleja el compromiso de consultar con sus bases para buscar fórmulas de desatascar el diálogo.
Se trata -explica- de desatar “nudos” para “volver sobre el trabajo de resolver los factores de crisis” en el próximo encuentro, también en la capital venezolana, entre el 19 y el 25 de noviembre, y “poder normalizar la mesa”, lo que significa celebrar una séptima ronda de negociaciones.
Tras el sexto ciclo, desarrollado en enero en La Habana, las partes se reunieron en mayo -cuando alcanzaron un primer acuerdo, al firmar un modelo de participación de la sociedad civil en el proceso, pese a que ya había choques- en Caracas, misma sede elegida para el encuentro de esta semana, y el próximo, en poco más de un mes.
Una séptima ronda -adelanta- probablemente se centraría en “dos grandes propósitos: un nuevo cese de fuego bilateral -luego de un inédito alto a las hostilidades que se extendió un año, hasta agosto pasado- y echar a andar todo el proceso de la sociedad colombiana en el proceso de la paz”.