El pasado martes la Corte Suprema de Justicia le ordenó al presidente Gustavo Petro presentar declaración juramentada, mediante un cuestionario, por la investigación por el presunto entramado de corrupción al interior de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), en la que se revisan las actuaciones de exdirectivos de la entidad, miembros del gabinete y congresistas, entre otros.
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Al respecto, Marelen Castillo, de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, señaló en sus redes sociales: “Esperemos que el presidente Gustavo Petro no salga ahora con que la Corte Suprema de Justicia tampoco puede indagarlo, pretendiendo deslegitimar sus funciones como lo hizo con el CNE. Sería revelador verlo asumir su tan proclamada defensa de la transparencia y responder bajo juramento sobre el escándalo de corrupción de la Ungrd. Ojalá esta vez no se quede en discursos y dé la cara, porque el país ya está cansado de tanta retórica y tan poca acción”.
A su vez, el ex viceministro de Justicia, Pablo Felipe Robledo, indicó en X: “La Sala Penal de la @CorteSupremaJ debe estar tan terriblemente aterrada por la dimensión de la corrupción en el caso de la @UNGRD, que decidió llamar a testificar bajo juramento al presidente @petrogustavo como jefe de la banda”.
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Y el excandidato presidencial Enrique Gómez, del Movimiento de Salvación Nacional, comentó: “Claro que el Congreso le está votando todo a Petro. No se les olvide que Olmedo López y compañía adelantaron la Navidad para los congresistas corruptos con la plata de la Ungrd. El regalo para ustedes colombianos será: más impuestos, menos empleo y desde luego, más corrupción”.
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Entre tanto, Petro, el pasado martes, al defender a su ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, uno de los señalados en el expediente por su exasesora María Alejandra Benavides, escribió en su cuenta de Twitter: “El relato periodístico sobre Bonilla es al revés, como casi siempre, cuando se trata de destruir alternativas políticas y sueños colectivos de la gente que trabaja y estudia. La misma funcionaria de minhacienda lo sabe. Los llamados cupos indicativos, que yo mismo denuncié en el Congreso, en aquel entonces eran hechos por centenares, en donde los congresistas se identificaban por códigos secretos en el minhacienda, y en donde se entregaban centenares de miles de millones de pesos, girados a alcaldes amigos de los congresistas, para que estos eligieran los contratistas que iban a darles dinero en efectivo para comprar los votos de sus electores, no son un invento de hoy, y no solo es un delito, sino que es el mismísimo sistema político de Colombia”.
