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La Guardia Civil española desarticuló una red criminal que traficaba con cocaína procedente de Colombia, oculta en botes de especias alimentarias. La diligencia se dio gracias a una investigación que permitió interceptar 1.800 kilos de condimentos que aparentaban contener cúrcuma, pimentón y tomillo.

Los agentes detectaron el envío irregular de estas especias alimentarias en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas procedentes de Colombia con destino a una empresa distribuidora de mercancías en Badajoz (oeste).

Se verificaron los falsos etiquetados de los envases que contenían las especias, con marcas comerciales registradas en el país con el objetivo de darles apariencia legal, según una nota del Ministerio español del Interior.

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En un primer examen de detección de sustancias estupefacientes arrojó un resultado positivo en la existencia de cocaína camuflada entre los diferentes condimentos incautados, por lo que se detuvo al responsable de la empresa comercial y destinatario de la mercancía, y se investigó a dos de sus trabajadores.

Una vez remitidas las especias intervenidas al laboratorio de toxicología de Sevilla, se pudo demostrar que ocultos, mezclados y camuflados entre las especias, se hallaban un total de 42 kilos de cocaína, que supondrían casi 200.000 dosis.

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Durante la investigación también se identificó a una colombiana residente en Madrid, con vinculación familiar con el responsable del envío desde Colombia.

Una vez puestos a disposición de la autoridad judicial, se decretó el ingreso en prisión tanto del responsable de la empresa distribuidora de mercancías como de la mujer, a quienes se les han instruido diligencias como presuntos responsables del transporte, recepción, distribución y tráfico de la sustancia estupefaciente, así como pertenencia a organización criminal.