La sangrienta guerra generada por el Ejército de Liberación Nacional, ELN, y una disidencia de las Farc en la región del Catatumbo, que ya ha dejado más de 80 muertos y más de 40 mil personas desplazadas, ha terminado de echarle tierra a la hasta ahora fallida política de ‘paz total’ del gobierno de Gustavo Petro.
La iniciativa, que buscaba, entre otras aspectos, mejorar los índices de seguridad en los territorios de la Colombia profunda, no ha salido bien y eso Petro, poco a poco, lo ha empezado a reconocer. “La situación del Catatumbo enseña (…) uno aprende también de los fracasos y allí hay un fracaso de la nación”, admitió.
El mea culpa del jefe del Estado tiene sus razones. El proceso de paz con el ELN, el de mayor peso de todos los que ha iniciado el Ejecutivo con los grupos armados ilegales, era la piedra angular del oficialismo para mostrar una hipotética victoria de esta iniciativa. Sin embargo, todo va cuesta abajo.
Tras la arremetida del ELN, el Gobierno decidió suspender los diálogos –que ya estaban en UCI– con la guerrilla, una decisión sensata, pero que termina de alimentar el abandono en el que se encuentran en la actualidad otros procesos (Clan del Golfo, Segunda Marquetalia, Autodefensas de la Sierra, disidencia de las Farc y Comuneros del Sur).
“El recrudecimiento de la guerra, que debería ser razón suficiente para insistir en la salida negociada y la necesidad de acordar ceses al fuego, lo que puede generar es una presión de la ciudadanía y los grupos de oposición al Gobierno para que se abandone la idea de buscar la paz por la vía negociada. En este sentido, lo más probable es que los diálogos de paz tanto con la guerrilla del ELN como con las disidencias de las Farc y la Segunda Marquetalia se suspendan en 2025, perdiéndose la valiosa oportunidad de que este Gobierno haya buscado con la política pública de ‘paz total’ salidas negociadas a la guerra con los diversos grupos armados. De esta forma el ELN, sin planearlo, se ha convertido en el victimario de la paz negociada en Colombia”, explicó Germán Valencia, del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia.
“La campaña de guerra del ELN en el Catatumbo ha provocado que cierre o ponga en un segundo o tercer plano las negociaciones y diálogos de paz. Así, estamos asistiendo a un momento de inflexión de la política de ‘paz total’. Las acciones de guerra del ELN están provocando que la opción de buscar una salida a la guerra por la vía negociada se desvalorice, a pesar de lo urgente y efectiva que ha sido. Ahora este gobierno, al igual que los que vendrán, podrían estar pensando en que el camino sea el de volver a los territorios y tomarlos por la vía institucional: ya sea por la fuerza pública o mediante políticas públicas”, agregó el experto.
La delicada crisis de seguridad en el país tiene varias causas, según la orilla política a la que se le consulte; no obstante, en la coyuntura actual, son varias las voces de víctimas en el Catatumbo que responsabilizan directamente al actual gobierno de no actuar para evitar que estallara una nueva guerra.
En este sentido, denunciaron que el Ejecutivo, en su afán de reactivar en noviembre de 2022 los diálogos de paz, brindaron a la guerrilla enormes concesiones en los territorios. Estas mismas advertencias fueron lanzadas en otros puntos del país.
“Este problema con el ELN se agravó desde hace dos años”, dijo un campesino de 32 años del caserío de San Pablo.
Según explica, en ese entonces “los militares y las fuerzas de seguridad se replegaron y el terreno quedó libre para los ‘elenos’ y empezaron a hacerse ver; antes estaban solamente en las zonas más alejadas, pero a partir de eso tomaron más territorio y comenzaron a pedir vacuna”.
Por su parte, el alcalde de Arauca, Juan Alfredo Qüenza, también acusó al Gobierno nacional de ser negligente con el territorio en materia de seguridad y e inversión social en los últimos dos años.
“Hace mucho tiempo no veía unos grupos criminales tan fortalecidos en lo político, en armamento y en capacidades, como están hoy las disidencias de las Farc y el ELN. El proyecto de ‘paz total’ en mi territorio es un proyecto fallido, el presidente debe reconocer que se equivocó en su proyecto, que haberse sentado con los grupos al margen de la ley y no tener carácter conllevó a que los grupos al margen de la ley se fortalecieran. Los grupos criminales tienen en jaque al Gobierno nacional por esa política de ‘paz total’ que no funcionó y que no va a funcionar si no hay un presidente con carácter que se siente a negociar con los grupos al margen de la ley y que les pongan unas condiciones claras en el territorio”, aseguró el mandatario.
Crisis puede ser peor
Expertos en seguridad consideran que los aumentos en los indicadores de inseguridad en el país reflejan que el Gobierno, además de incapaz para mostrar avances reales en las mesas de diálogo, carece también de la capacidad de anticipación para evitar las arremetidas de los grupos ilegales, que se han expandido alarmantemente en los últimos meses.
“Lo que esta sucediendo en el Catatumbo desnudó las falencias del Gobierno para anticipar y reaccionar ante múltiples acciones militares-criminales en una subregión, lo que puede incentivar a otros grupos armados para que escalen sus guerras en otros territorios en disputa”, indicó Luis Fernando Trejos, investigador de la Universidad del Norte.
Por su parte, el exfiscal Francisco Barbosa criticó duramente la decisión del Ejecutivo de decretar conmoción interior por la crisis en la frontera colombo-venezolana. De acuerdo con el abogado, el oficialismo ha aprovechado la actual coyuntura para intentar subsanar sus problemas de caja.
“¿Conmoción interior o cortina de humo? El gobierno que prometió ‘paz total’ y seguridad ahora pide un decreto de excepción para enfrentar la crisis que él mismo generó. ¿No fue la política de ‘paz total’ la que entregó los territorios a los criminales? ¿No fue este gobierno el que abandonó la lucha contra el narcotráfico y permitió que la coca se disparara? Ahora, disfrazan una nueva reforma tributaria con un decreto excepcional mientras el caos institucional avanza. Colombia merece respuestas, no más improvisaciones”, lamentó.
Por último María Alejandra Vélez, directora de Desarrollo Rural, Economías Ilícitas y Medio Ambiente de la Universidad de los Andes, concluyó que el drama de los santanderes “evidencia entre otras los errores y vacíos de la ‘paz total’, pero también el fracaso de la guerra contra las drogas de este y demás gobiernos”.
Ataque al Ejército
La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) atacó este sábado con explosivos un vehículo blindado del Ejército colombiano que se dirigía a la convulsa región del Catatumbo.
Las tropas del Grupo de Caballería Mecanizado 5 estaban realizando operaciones de estabilidad en la región del Catatumbo cuando fueron atacadas por integrantes del ELN que activaron un artefacto explosivo improvisado al paso de vehículos blindados en una zona rural de Cúcuta, capital de Norte de Santander, departamento en el que está ubicado el Catatumbo, detalló el Ejército en un comunicado.
“En este hecho terrorista ninguno de nuestros militares resultó afectado. En desarrollo de esta acción fueron capturados en flagrancia tres integrantes del ELN, quienes presuntamente serían los responsables de este hecho. Estos sujetos quedaron a disposición de la autoridad competente para su respectiva judicialización”, agregó la información.
El plan de Venezuela para ayudar a solucionar crisis en el Catatumbo
Venezuela está dispuesta a estructurar un plan a tres meses para ayudar a la paz de Colombia, que vive una crisis en la región del Catatumbo, a raíz de los combates entre la guerrilla del ELN y una disidencia de las Farc, informó este sábado el titular del Ministerio de Defensa, Vladimir Padrino López. A través de un comunicado, se refirió a la reunión que sostuvo este viernes con el ministro de Defensa colombiano, Iván Velásquez, en San Cristóbal, en el estado Táchira, en la que –aseguró Padrino– abordaron “la situación general fronteriza” y, en especial, la “compleja problemática” en la región de Catatumbo, del departamento colombiano de Norte de Santander.
“Hemos reiterado la entera disposición de colaborar, aumentando niveles de comunicación y estructurando un plan a tres meses para ayudar a Colombia a construir y consolidar su paz, con base en las experiencias exitosas que hemos desarrollado en nuestro territorio”, agregó el titular de Defensa. Por otra parte, aseguró que Venezuela “no sirve, ni servirá jamás, de plataforma para grupos armados al margen de la ley, sea cual sea su naturaleza, ideología o nacionalidad” y resaltó los “esfuerzos” en la lucha contra las “distintas formas de organización criminal dedicadas al narcotráfico, el paramilitarismo, la minería ilegal, el contrabando”.
“Rechazamos categóricamente la campaña de desinformación orquestada por personajes con oscuros intereses, que pretenden involucrarnos con alguna de las facciones”, reza el comunicado.