En la mañana de este martes aterrizaron en el Comando Aéreo de Transporte Militar (Catam) los dos aviones de la FAC que trajeron a 201 colombianos deportados de Estados Unidos.
El primer vuelo arribó sobre las 8 de la mañana, procedente de Biggs Army Airfield, una base aérea militar del Ejército de los Estados Unidos ubicada en Fort Bliss en El Paso, Texas. En este venían 91 colombianos, 46 hombres y 45 mujeres. De acuerdo con la Cancillería, el Consulado de Colombia en Houston brindó asistencia a los connacionales, a quienes se les suministró alimento y apoyo jurídico.
Una vez llegaron los connacionales a la base Catam, estos fueron trasladados al aeropuerto El Dorado para realizar su proceso de ingreso con Migración Colombia.
Entretanto, el segundo vuelo, también de la FAC, aterrizó en Catam sobre las 9:20 de la mañana. En la aeronave se transportaron 110 colombianos (62 hombres, 32 mujeres y 16 menores de edad), que salieron de la Estación Aérea del Cuerpo de Marines de Miramar ubicada en San Diego, California.
Según la directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Astrid Cáceres, en los vuelos hay 26 niños y niñas que vienen en calidad de deportados de Estados Unidos.
En su cuenta de X, el presidente Petro compartió fotografías de los primeros colombianos que llegaron: “Son libres y dignos y están en su patria donde se les quiere. El migrante no es un delincuente es un ser humano que quiere trabajar y progresar, vivir la vida”.
Más temprano había señalado que los connacionales venían “sin estar esposados”. “Vienen nuestros connacionales desde EE. UU. libres, dignos, sin estar esposados. Estructuramos plan de crédito productivo, asociativo y barato para el migrante. El migrante no es un delincuente, es una persona humana libre”, publicó este martes el jefe de Estado en sus redes sociales.
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El pasado domingo, Petro había aseverado a las 3:41 am: “Los EE. UU. no pueden tratar como delincuentes a los migrantes colombianos. Desautorizo la entrada de aviones norteamericanos con migrantes colombianos a nuestro territorio. EE. UU. debe establecer un protocolo de tratamiento digno a los migrantes antes que los recibamos nosotros”.
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Esto desató una serie de sanciones en aranceles y visado del gobierno del presidente Donald Trump, hasta que Petro reculó y se llegó al acuerdo de que Bogotá recibiría a los connacionales sin condiciones y los migrantes llegarían al país en libertad.
Trump, por su parte, aseguró que los deportados colombianos son “capos” y “delincuentes”.
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El jefe de Estado norteamericano señaló que, aunque bien el Gobierno Nacional insistió en que la primera forma en la cual deportó a los connacionales no era correcta, la ciudadanía debe “entender” que se trata de “asesinos narcotraficantes”.
“Nos criticaron porque teníamos a estas personas con grilletes en un avión. Dijeron que no era forma de tratar a nadie. Ahora bien, hay que entender algo: estos son asesinos, narcotraficantes, miembros de pandillas, simplemente las personas más peligrosas que puedas imaginar”, señaló Trump.
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Y añadió: “¿Cómo te sentirías siendo el piloto de un avión con 300 personas a bordo y cada uno de ellos es un asesino, un narcotraficante, un capo, el líder de una mafia o un pandillero? Estás pilotando ese avión. No va a terminar bien”.
Adicionalmente, Trump aprovechó para vanagloriarse de su “victoria” ante Petro, asegurando que el mandatario colombiano había aceptado “casi de inmediato” las condiciones que le impuso para frenar la crisis diplomática.
“Fue una de mis victorias. Como saben, en Colombia estuvieron de acuerdo con nosotros casi de inmediato después de que me involucré”, aseguró.
Por su parte, Stéphane Dujarric, portavoz del Secretario General de las Naciones Unidas, expresó su preocupación por la llegada de inmigrantes encadenados tras ser deportados por el gobierno del presidente Donald Trump.