Tras el precipitado adiós de Luis Gilberto Murillo, un hombre curtido y conocido en los pasillos del poder de Estados Unidos en Washington, la compleja responsabilidad del manejo de las relaciones exterior recae ahora sobre la utility Laura Camila Sarabia Torres, que en menos de dos años se ha desempeñado como directora del Dapre, Jefe de Gabinete del Gobierno y directora de Prosperidad Social.
Sarabia, que este miércoles se convirtió oficialmente en la canciller más joven en la historia del país, asume la dirección del Ministerio de Relaciones Exteriores en medio de las tensiones que quedaron tras los dimes y diretes entre Gustavo Petro y Donald Trump. Una tarea nada fácil de administrar si se tiene en cuenta que, pese a su capacidad para tender puentes locales y disposición al diálogo, su experiencia diplomática es nula, lo que ha generado varios reparos por parte de integrantes de sectores independientes y de oposición.
Sin embargo, la bogotana, que ha sido salpicada en varios escándalos, como el caso de abuso de poder con su exniñera, ya tuvo una inducción turbulenta en la que, a priori, intentó dar manejo. En plena catarsis de su jefe, que desencadenó un duro confrontamiento con Trump, que amenazó con subir los aranceles a los productos colombianos, la número dos del Gobierno libró una titánica gestión comunicativa con varios líderes políticos, entre ellos Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos, para que la Casa Blanca hiciera las pases.
“En el caso de las relaciones exteriores de Colombia, ni más ni menos vemos que lo que va a haber son dificultades. Es un mundo que entra en una fase de cambios profundos”, dijo Petro.
“Y usted, ministra, joven, dicen que sin experiencia, ¿quién tiene experiencia en estas luchas?, le toca afrontar la tarea de llevar la voz de Colombia, esa es una bonita tarea”, agregó.
Round dos
Ahora, en medio de la tensa calma, y sin la sombra protectora y experimentada de Murillo, Sarabia deberá afrontar uno de los retos más grandes de su profesión: liderar la política exterior de Colombia con el atenuante de que, además de Petro, deberá lidiar con los ánimos de Trump, ambos igual de explosivos, y que desde este miércoles han empezado nuevamente a mostrarse las ‘manos’.
Donald Trump aseguró este miércoles que Colombia “pidió perdón” de manera “intensa” solo una hora después de que él diera la orden de imponer aranceles del 25 % al país s por rechazar unos vuelos de deportación de migrantes.
“Colombia nos pidió perdón intensamente solo una hora después de que yo dijera que iban a pagar con aranceles como nadie nos había pagado antes”, relató Trump, visiblemente orgulloso.
Trump insistió este miércoles en que los deportados eran todos criminales, algo que ha rechazado de lleno el Gobierno colombiano.
“Hablamos sobre eso y les dije que no vamos a quitarles las esposas. Esa gente que está esposada es asesina, son narcotraficantes, son violadores, es gente muy peligrosa. Hacen que nuestros criminales parezcan gente muy agradable”, dijo Trump.
Pese a sus palabras, el empresario terminó el relato de lo ocurrido diciendo que “aprecia” al pueblo de Colombia y que son “gente maravillosa”, y que valora mucho que el Gobierno de Petro acabara retirando esa “retórica dura”.
Sin embargo, avisó de que su Administración no se detendrá ante la retórica dura de otros países y reiteró su promesa de que deportará a todos los migrantes indocumentados que viven en Estados Unidos.
Por su parte, Petro condenó los despectivos calificativos lanzados por su homólogo.
“Ya trajimos 42 niños. ¿De dónde acá el señor Trump me le va a decir a 42 niños colombianos que son delincuentes?”, criticó.
Y fue más allá. El mandatario agregó: “Allá habrá una discusión política, por ejemplo, si no están repitiendo el mismo error de los alemanes en 1943 porque usaban los trenes y las líneas férreas para llevar vagones enteros repletos de judíos, socialistas y comunistas para el campo de concentración”.
Renglón seguido, Petro aseguró que un “colombiano uribista” le pidió a Trump “bloquear” a Colombia.
“Que triste papel apátrida. Trump tiene en su cabeza la imagen de este gobierno que le han vendido sus amigos colombianos, casi todos responsables de la masacre del pueblo colombiano. Hasta un barranquillero amigo de Char esta en la baraja. Amen, adoren su país señores de la derecha”, denunció.