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Luces, cámara y acción. En una idea sin precedentes y poco estratégica, quizás con el objetivo de eliminar los estigmas de un presidente autoritario, incumplido y de monólogos, el presidente Gustavo Petro televisó a través de cadena nacional, por primera vez, la sesión completa del consejo de ministros de este martes. Sin embargo, su inédita decisión, valorable en lo transparente, no salió nada bien. El camerino está roto.

Tras unas primeras de cambio, en las que el jefe de Estado básicamente se enfocó en ‘rajar’ a todo su equipo por los bajos indicadores de ejecución, al Gobierno nacional se le vieron las costuras por cuenta del nombramiento del polémico Armando Benedetti, ex embajador de Colombia ante la FAO, como nuevo jefe de despacho.

Benedetti fue uno de los mayores apoyos de Petro en las elecciones de 2022 para llegar a la Presidencia y fue su primer embajador en Venezuela, cargo que dejó en medio de un escándalo de escuchas ilegales en el que incluso amenazó con revelar supuestas irregularidades de la campaña del actual mandatario.

En ese escándalo también estuvo involucrada Laura Sarabia, entonces jefa de gabinete, pues fueron conocidas interceptaciones ilegales a su niñera, Marelbys Meza, quien fue sometida a una prueba de polígrafo sin orden judicial tras el supuesto robo en su casa de una maleta en la que había unos 7.000 dólares.

El caso se volvió más oscuro cuando la prensa reveló los audios que Benedetti le envió a Sarabia donde con un tono vulgar y amenazante le pedía un puesto más importante en el gabinete y la amenazaba con revelar secretos que podían dañarla a ella y a Petro.

Por esos escándalos, ambos renunciaron en junio de 2023, pero Sarabia volvió al Gobierno meses después como directora del Departamento para la Prosperidad Social (DPS), mientras que Benedetti fue nombrado por Petro embajador ante la FAO en Roma.

La implosión

Antes del caos, en medio de su extensa intervención, el presidente Petro reveló que sus ministros han incumplido 145 de los 195 compromisos que hizo el Ejecutivo, un balance catástrofico que empezó a encender el malestar en la reunión.

“El informe de incumplimiento es fatal. Me da vergüenza. El presidente es revolucionario, el Gobierno, no. (…) Cada ministro aquí cumple con el pueblo o hay que cambiarlo. O hay que cambiar al Gobierno porque no son capaces”, aseguró el mandatario.

Renglón seguido, el mandatario le pidió a Ecopetrol vender sus operaciones de fracking en Estados Unidos para invertir en energías limpias.

Además, Petro se refirió a la suspensión por 90 días de los fondos de ayudas en el exterior del Departamento de Estado y la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid).

“Usaid no puede pagar sus funcionarios o lo que lo reemplace. Trump tiene razón, llévese su plata”, indicó.

A esa altura la cosa ya no andaba nada bien. Petro ya había regañado duramente –entre otros– a Daniel Rojas, ministro de Educación, y a Susana Muhamad, ministra de Ambiente, por no estar presentes al inicio de la diligencia. Francia Márquez, la vicepresidenta, ya pedía insistentemente la palabra.

Petro, ignorante o no del malestar en su equipo, escupió gasolina: “Benedetti [Armando] mantiene sus cosas positivas, que siempre hay que ver, porque todo hombre y mujer necesita una segunda oportunidad”. No hubo marcha atrás. Se venía el choque. El cara a cara. Y los amenazados por convivencia.

“No me parece, y respeto a Benedetti, pero no comparto su decisión; la respeto porque usted es el jefe de Estado y es el presidente, pero no comparto su decisión de traer a este gobierno a esas personas que sabemos que tienen gran parte de responsabilidad con lo que está pasando”, expresó Márquez, quien fue secundada en su crítica por la ministra de Ambiente, Susana Muhamad.

La vicepresidenta criticó también a la nueva canciller, Laura Sarabia, mano derecha de Petro, a quien acusó de faltarle al respeto.

“No me parece, en este gobierno, las actitudes de Laura Sarabia con nosotros, conmigo. Me ha tocado decirle: respéteme que soy la vicepresidenta”, exigió la funcionaria.

“Tal vez esto me cueste, quién sabe qué, pero he sido una mujer honesta, transparente, y cuando decidí juntarme con usted también lo hice con la honestidad con la que lo miro a sus ojos, con la que miro a mi país y a cada comunidad”, agregó.

Por su parte, entre sollozos, Muhamad manifestó, por su parte, que “como feminista y como mujer” no se puede sentar en la reunión del gabinete “progresista” de Petro con Benedetti, al tiempo que criticó la designación de Sarabia como canciller.

“Yo no soy la que voy a renunciar presidente, porque no renuncio ni al proyecto ni al Gobierno, pero es algo que tengo que decir y expresar. También tengo que decir que ni las relaciones exteriores ni la actual jefatura de este proyecto están en manos de este proyecto”, añadió Muhamad.

Renglón seguido, el director del Departamento para la Prosperidad Social (DPS), Gustavo Bolívar, se solidarizó con Márquez y Muhamad.

“Quiero apostarle al cambio real y tanto Laura como Armando Benedetti, a pesar de que han sido importantes en este proyecto, deberían ocupar otros cargos menos importantes”, señaló Bolívar. En esa misma línea, el ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, también se unió al bloque opositor.

Horas después, Bolívar refutó a la canciller Laura Sarabia, quien aseguró que ningún funcionario de Prosperidad Social se hizo presente para atender migrantes deportados en medio de la crisis diplomática con Estados Unidos.

“Según su instrucción (Petro), que se atendiera a los migrantes que estaban entrando al país. Tuvimos un vuelo de Panamá hace unos días y nadie de Prosperidad Social se hizo presente”, aseguró Laura Sarabia.

Sin embargo, Bolívar salió al paso para desmentirla: “Eso no es verdad, señor presidente, teníamos tres funcionarios allá, y tengo aquí la foto. Laura está mintiendo”.

En medio de los dimes y diretes, Petro zanjó la discusión: “El presidente está hablando”.

ELN y Venezuela

Petro afirmó este martes que las autoridades de Venezuela están “desactivando campamentos” del ELN en ese país, algo que sucede en medio de las confrontaciones entre esa guerrilla y una disidencia de las Farc en la región fronteriza del Catatumbo.

“Nuestra estrategia con Venezuela en política internacional funcionó, es decir que están desactivando campamentos del ELN en Venezuela porque consideran que es valioso (tener) una relación diplomática sana con Colombia”, expresó Petro en un consejo de ministros.

El viernes pasado, Petro confirmó una operación militar con la colaboración de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) para luchar contra la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en la frontera con Venezuela.

Desde el 16 de enero, los enfrentamientos entre el ELN y el Frente 33 de las disidencias de las Farc en el Catatumbo dejan entre 60 y 80 muertos, según los conteos de la Defensoría del Pueblo y la Gobernación de Norte de Santander, mientras que la cifra de desplazados es de más de 50.000 personas.

El presidente Petro aseguró que en Venezuela se está realizando “una operación martillo” para sacar de allá “los campamentos del ELN”, donde, afirmó, que están “muy cómodos” los guerrilleros.

“Una vez entren a Colombia, el Ejército “debe responder”, agregó el mandatario.

“Los datos con coordenadas dentro del territorio colombiano, uno de los cuales se me escapó (porque lo publicó el domingo en la red social X), que es un mortero del ELN, pero hemos enviado exactamente de la misma manera los datos de campamentos del ELN”, explicó a sus ministros.

Por último, el mandatario añadió: “El Ejército no debe avisarme a mí donde está el ELN, tiene es que actuar, no avisarme, el Ejército sabe en qué condiciones debe actuar”.