La Paz Total sigue en ‘llamas’. La ambiciosa política de seguridad del Gobierno de Gustavo Petro sigue sin consolidar en el país resultados verdaderos y contundentes tras tres años de haber empezado a implementarse, lo que ha ocasionado, de acuerdo a expertos y organizaciones de derechos humanos, el crecimiento de los grupos armados ilegales en el país.
La intención del Gobierno, a priori, era adelantar mesas de diálogos con todos los actores al margen de la ley con el objetivo, a corto plazo, de llevar tranquilidad y paz a las regiones. A mediano y futuro, lo planteado era el desarme de estas organizaciones. Sin embargo, no ha pasado ni lo uno ni lo otro.
El ejecutivo, por su parte, asegura que los ceses al fuego y los procesos con los grupos ilegales han servido para disminuir los indicadores de violencia, una verdad a medias.
En este sentido, según el Armed Conflict Location & Event Data Project (ACLED) y la Fundación Ideas para la Paz (FIP), “los civiles en Colombia enfrentan una violencia menos letal, pero más extendida durante la presidencia de Petro”.
“En 2024, los incidentes de violencia de grupos armados contra civiles disminuyeron por primera vez desde 2019, con un descenso del 20%. Sin embargo, las disputas territoriales entre estos grupos están dejando a más civiles atrapados en el fuego cruzado, víctimas de reclutamiento forzado y con restricciones a la movilidad. En otras palabras, la violencia no letal pero coercitiva se ha convertido en la herramienta principal para el control del territorio y la extracción de ingresos ilícitos”, explicó la FIP.
Victoria con los Comuneros
El Gobierno Nacional se apuntó este sábado una victoria en el sur del país al iniciar la destrucción del armamento de los Comuneros del Sur, una disidencia del ELN, en el departamento de Nariño. No obstante, a pesar de este logro, la anhelada Paz Total aún está lejos de cumplirse.
Durante el evento, que estuvo liderado por el presidente Gustavo Petro, el Gobierno hizo anuncios clave sobre la consolidación del proceso de paz en el departamento, como la entrega y destrucción de material de guerra, la transición del grupo armado a economías legales, acciones de desminado y la búsqueda de personas desaparecidas.
Este proceso, de acuerdo con información de Presidencia, se desarrolla en 10 municipios donde tiene presencia Comuneros del Sur y avanza con una hoja de ruta estructurada en tres ejes: desescalamiento de la violencia, implementación de transformaciones territoriales y la transición de los integrantes del grupo a la ciudadanía plena y a un movimiento social y político.
“Trabajar por la paz debe ser un propósito de todos los colombianos hasta el último día de nuestra existencia”, dijo Gregorio Eljach, procurador general de la Nación.
“Que los ilegales depongan las armas es el primer paso para la reconstrucción de la sociedad libre, próspera y viva que nos compromete tanto a Usted como a mí y a las Instituciones que hoy representamos. Considero de la mayor importancia este acontecimiento, ya que es una muestra con hechos, más que con palabras, de la voluntad de paz y las posibilidades reales de restablecer la tranquilidad y construir un estado social de derecho en esa zona del país que por décadas ha padecido el abandono estatal, la exclusión y la violencia”, agregó.
Crisis con el ELN
Los diálogos entre el Gobierno y el ELN están suspendidos por orden del presidente Gustavo Petro desde enero por la ofensiva de la guerrilla contra el Frente 33 de las disidencias de las FARC en el Catatumbo, que ha dejado más de 70 muertos y 50.000 desplazados.
“Paz total, fracaso total, y la paz total se convierte en guerra total, eso es lo que se vive en el Catatumbo, guerra total”, dijo alias Ricardo, comandante del Frente de Guerra Nororiental, uno de los más poderosos del ELN.
El comandante guerrillero, que habló en una entrevista con Caracol Noticias, señaló tajante:”El ELN ha estado abierto al diálogo, pero con lo que Petro dice, ¿cómo se va firmar la paz? A Petro yo le recomendaría que vaya al siquiatra y se eche una revisadita porque va muy en contravía de por lo que fue elegido”.
Por su parte, miembros del equipo negociador del Gobierno ccon el Ejército de Liberación Nacional (ELN) hicieron este sábado un llamado para crear un movimiento nacional por la paz e insistieron en que esa guerrilla debe dar “una clara muestra” de que quiere dialogar para poner fin al conflicto armado.
A la política de Paz Total, a la que hace rato se le ven las costuras, los expertos advierten que las fallas estuvieron en la carencia de método por parte del Gobierno para llevarla adelante.
“Lo que sí quizás uno podría señalar sobre este punto es que un poco en ese interés, en ese afán descoordinado del proyecto de Paz Total, pues el gobierno, pues por supuesto, crea condiciones en las que probablemente algunos grupos sienten que esa descoordinación puede jugar a su favor. El gobierno no creo que sea ingenuo, lo que pasa es que el gobierno peca es por ambicioso, peca es por descoordinado,. Peca por no lograr tener una estrategia desde el comienzo más o menos bien definida de cómo va a ser el esfuerzo de paz. Porque el proyecto de Paz Total se anuncia, pero realmente ese proyecto y esa, como pasa en otros aspectos del gobierno, carece muchas veces de la estrategia, digamos de la filigrana que se requiere para estos casos”, explicó Nicolás Garzón, investigador de la facultad de derecho y ciencias políticas de la universidad de La Sabana.
Por su parte, Óscar Londoño, docente de la estructura política del Estado de La Sabana, indicó que es necesario que el Gobierno Nacional se replantee los ceses bilaterales de fuego con algunos de estos grupos.
“Podría ser justamente una nueva estrategia en el corto tiempo que permita cambiar el orden de los factores, de tal manera de que primero se hagan otros gestos de paz por parte de estos grupos armados y legales, y luego se pueda considerar la posibilidad del cese al fuego, porque de lo contrario, lo que ha mostrado la evidencia es que aquellos grupos que no tienen voluntad real de paz pueden hacer uso del cese bilateral para mejorar su posición en el terreno, para aumentar o fortalecer sus actividades económicas y legales o para aumentar el número de personas vinculadas a estas organizaciones. Entonces, aún estamos a tiempo de que haya sus ajustes a la política de paz, también en clave de lo que mencionaba en el primer punto, pero estamos todavía a tiempo de que se reconsidere esta política como parte de la estrategia de la paz total”, señaló.
Disidencias y EGC
De lo que era el Estado Mayor Central, la gran disidencia de las Farc, quedaron dos grupos: el de Mordisco y el de Calarcá. El primero es el gran responsable de los hechos de violencia en el Cauca y con los que en la actualidad no hay diálogo.
Por su parte, el Gobierno avanza en el proceso con los integrantes de alias Walter Mendoza, pero los avances han sido muy pocos.
Por su parte, el Gobierno sigue sin definir el futuro de los acercamientos con el EGC, popularmente conocido como el Clan del golfo.