Luego de los señalamientos de la Misión de Suiza ante la ONU acerca de que el diplomático en ese país, Nicolás Ávila, habría recibido varios paquetes de drogas sintéticas o nuevas sustancias psicoactivas, NPS, la Cancillería anunció que trasladó la información a las autoridades penales y disciplinarias.
'El Ministerio de Relaciones Exteriores informa que la entidad, en ejercicio del deber constitucional y legal, corrió traslado de los hechos comunicados por el Gobierno de la Confederación Suiza, relacionados con presuntas conductas del primer secretario de Relaciones Exteriores Nicolás Ávila Venegas, a las oficinas y autoridades en materia disciplinaria y penal para lo de su competencia', se lee en el comunicado.
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La cartera diplomática agrega que procederá a informar al gobierno suizo sobre las medidas tomadas y las acciones que sean iniciadas por las oficinas y autoridades competentes.
La denuncia llegó en una misiva a la embajadora Alicia Arango el pasado 16 de marzo, suscrita por Yannick Roulin, embajador de la misión permanente de Suiza ante las Naciones Unidas.
En este documento se indica que la dirección profesional de la misión colombiana fue utilizada para la 'importación de esta mercancía ilegal' y que, al parecer, era una práctica realizada desde, al menos, 2019, cuando uno de estos paquetes fue interceptado por la aduana suiza. Se advierte de la supuesta recepción de casi 7 gramos de esta sustancia.
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Por su parte, Ávila asegura que la carta obedece a una retaliación por las denuncias realizadas contra la exembajadora Adriana Mendoza, a quien la Procuraduría investiga por corrupción en Suiza, al utilizar los gastos de representación para su beneficio personal.
Uno de estos gastos se hizo, según la denuncia, en una invitación a comer al fallecido excanciller Carlos Holmes Trujillo, que incluyó botella de vino y postres y que sumó cerca de $1,5 millones. Así mismo, señalan una compra de muebles para su casa por $72 millones.