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Otro computador desapareció en medio del escándalo de corrupción de la Ungrd. Se trata del equipo de María Alejandra Benavides, ex asesora del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, y mencionada en este caso.

Así lo reportó este viernes la emisora W Radio, que añadió que en la sede de la cartera económica, situada frente a la Casa de Nariño, se revisan las cámaras de seguridad para esclarecer lo sucedido.

De hecho, el ministro Bonilla habló con distintos medios y aseguró que existe un 'back up”, por lo que hay un respaldo de los datos e información que estaban guardados en el computador extravíado. 

Esto ocurre luego de que el pasado jueves también se informara de la ausencia de un disco duro y una memoria RAM de la oficina de la ex consejera presidencial para las Regiones, Sandra Ortiz, igualmente implicada presuntamente en el lío.

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El escándalo en la Ungrd comenzó cuando medios locales revelaron en febrero la supuesta malversación de $46.800 millones en la compra de 40 camiones cisterna para llevar agua potable a zonas desérticas del departamento de La Guajira.

A eso se suma la revelación de que dinero de esa entidad fue utilizado para pagar sobornos a los entonces presidentes del Senado, Iván Name (Alianza Verde), y la Cámara de Representantes, Andrés Calle (Partido Liberal) y otros congresistas a cambio del apoyo en el Congreso para las reformas sociales del presidente Gustavo Petro.

Según el informe del noticiero Noticias Caracol, todo comenzó el 11 de diciembre pasado cuando Bonilla firmó una resolución con la que el Ministerio de Hacienda desembolsó $700.000 millones a la Ungrd.

Luego esta Unidad iba a firmar tres contratos por $92.000 millones para obras en los municipios de Cotorra, Córdoba; Carmen de Bolívar (Bolívar) y en Saravena (Arauca).

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En una de las conversaciones, el ministro le manifestó al ex subdirector de la Ungrd, Sneyder Pinilla, que estaba 'preocupado' por el destino de los recursos de los 'proyectos viabilizados'.

Después, el ex subdirector de la Ungrd se contactó con María Alejandra Benavides, asesora de Bonilla, que le pidió al exfuncionario de la Unidad avisar a los intermediarios que los contratos se iban a mover a través de esa entidad.

Para ello, las alcaldías de los municipios mencionados tenían que declarar falsas calamidades con las que se buscaba justificar los contratos, que finalmente no se firmaron porque cuando estaban a punto de hacerlo estalló el escándalo de los carrotanques, que derivó en la renuncia de Pinilla y del entonces director de la Ungrd, Olmedo López, en febrero.