La política no para, nunca se detiene. Y aunque a veces lo que se construye con antelación, se derrumba como un castillo de naipes en la víspera; nadie se quiere quedar atrás. El país vive momentos de agitación frente a la firma de los Acuerdos en Cuba y lo pactado deberá ser refrendado- y así legitimado o no - por los colombianos. Esa es la primera puja que se avecina, las otras dos son las elecciones legislativas y presidenciales de 2018, que si bien a más de un desprevenido le pueden parecer lejanas en el calendario, nada más desacertado, pues ya los motores se calientan…
El Gobierno ha dejado saber que habrá plebiscito y todo indica que será en septiembre. Mis queridos lectores: preparémonos, que la campaña que se viene será la más brava de nuestra historia. No creamos que este será un momento en el que se apelará a que espontáneamente los ciudadanos se movilicen a las urnas. Todo lo contrario, las fuerzas alrededor del 'Sí' y las que respaldarán el 'No', apostarán a jugarse todas sus cartas, pues ambos bandos saben las implicaciones de que gane una u otra opción. Así que estamos ad portas de ser testigos de un proceso electoral sin precedentes. La puja entre quienes apoyan cada una de las alternativas será frontal y descarnada.
La otra puja son las legislativas de 2018. Si el escenario nacional no se altera radicalmente y continúa con la tendencia que lleva hasta ahora, habrá nuevos actores; la izquierda posiblemente estará fortalecida y con algo de nuevos bríos. La contienda en algunas zonas del país será a otro precio y los mapas electorales tendrán que reajustarse. A nivel local, pareciera que nadie quiere quedarse tampoco por fuera, suena tanto precandidato que uno no sabe si van a alcanzar los avales. Desde ya se ve a Cambio Radical robusteciéndose e integrando a sus filas refuerzos inesperados.
Igualmente ya se habla de las primeras caras del partidor presidencial y es que aunque parece prematuro, la desintegración parcial de la Unidad Nacional es el primer reflejo de lo que sucederá. El escenario está así: un Vargas Lleras con ventaja, un Galán intentando congregar de forma excesivamente temprana a los rojos alrededor de su precandidatura, Ordoñez sentando posiciones radicales, Fajardo tratando de revivir Compromiso Ciudadano, el Centro Democrático sin ganas de quedarse por fuera del Gobierno nuevamente; y así podríamos seguir con la lista. Estas son las tres pujas, todas decisivas para el futuro de Colombia. Estemos entonces listos para que, sin caer en los vicios propios de nuestra democracia doméstica, en cada una de ellas podamos salir a decidir con la mayor cantidad de elementos de juicio.
@KDiarttPombo