El alcalde Alejandro Char Chaljub acaba de nombrar a los alcaldes menores correspondientes a las cinco localidades del distrito de Barranquilla. Más de un ciudadano se preguntará, ¿quiénes son? y ¿para qué existen? Pues bien, estos son los funcionarios llamados a liderar junto a los ediles el proceso de descentralización a nivel local. Es decir, acercar la administración al barranquillero de a pie. Para que así sus necesidades sean atendidas con mayor prontitud y efectividad.
Entendiendo lo anterior, tanto nosotros los ciudadanos, como las JAL y los recientemente designados alcaldes menores, estamos llamados a comprender que su gran misión no es otra sino la de ser los gestores del desarrollo local. No podemos negar entonces que existe una necesidad de acompañar este objetivo con la entrega de recursos, pero lo cierto es que si nos distraemos únicamente en el debate presupuestal, corremos el riesgo de no prestar atención a lo realmente importante: el jalonamiento del progreso en el nivel más micro del Distrito.
Y es que como lo señalan con frecuencia los expertos en esta materia: “Los procesos descentralizadores son una cuestión de método”. Pueden catapultar y potencializar el desarrollo de una gran ciudad, o llenarla de burocracia excesiva y así atomizar el aparato administrativo de forma innecesaria. Por eso vale la pena recordar que en Colombia las localidades fueron creadas en búsqueda de lo primero, para de esta manera poder otorgar un mayor dinamismo al territorio. Pero ello dependerá en gran medida de la posición que asuman los alcaldes locales. Con o sin presupuesto, su actitud no puede ser pasiva. Limitándose así a la espera de unos recursos, solo estarían contribuyendo a que se desdibuje su propia figura. En esta misma línea los ediles juegan un rol absolutamente protagónico, ya que deben ser los grandes articuladores que involucren a la ciudadanía.
La parcelación de los Distritos aparece en nuestro país como una apuesta por incrementar la participación ciudadana y así caracterizar, según necesidades que son heterogéneas, a la población que no podía seguir siendo entendida de forma homogénea. Los alcaldes locales no pueden perder de vista esto, ya que es su esencia. Por lo tanto hoy se en enfrentan ante la gran posibilidad de convertirse en la conexión entre su comunidad y la Administración Distrital. La oportunidad de ser los facilitadores y catalizadores del bienestar de la ciudadanía que congregan los respectivos barrios de la localidades que llegan a liderar. Quién, si no ellos, son los llamados a generar una identidad entre los barranquilleros y estos importantes escenarios de gestión locales.