Hace unos días se posesionaron los representantes electos de las Juntas de Acción Comunal en el Departamento del Atlántico. Las JAC son en últimas, la verdadera base de la participación ciudadana en cada uno de los rincones del país. En la medida que la población de un municipio se encuentre organizada desde sus raíces, así mismo serán sus posibilidades de interactuar efectivamente con la Administración correspondiente. Es una relación absolutamente proporcional.

En el Atlántico hay un total de 560 Juntas funcionando, de las que llaman poderosamente la atención las cifras entregadas por el secretario del Interior, Guillermo Polo, según el cual 59% de los dignatarios son mujeres y 20% de los recientemente elegidos corresponden a población menor de 25 años. Estos números sin lugar a dudas reflejan la madurez democrática que ha ido tomando esta instancia.

En ese mismo sentido, el gobernador Verano los ha catalogado como actores con un carácter protagónico en el marco del postconflicto. Ayudar a la construcción de un país en paz será su gran tarea. Y es que este escenario que se vislumbra hoy para los comunales se encuentra íntimamente ligado con su origen. Las JAC vienen jugando el papel de canalizadores de las necesidades ciudadanas hace ya casi seis décadas. Recordemos que entraron en vigencia precisamente de forma paralela al Frente Nacional, en ese entonces se pensaba en ellas como escenarios de discusión que desde la expresión más local, lograran a partir del fortalecimiento del diálogo reconciliar a un país que venía de su periodo más violento y devastador. Los colombianos estaban fraccionados y las Juntas como espacios de deliberación ayudaron a reducir las grietas que el pasado había dejado. Muchos años después, la historia llama al movimiento comunal a jugar el mismo rol definitivo, el de articuladores de una mejor Nación.

La Paz no puede ser pensada entre La Habana y Bogotá, todo lo contrario, ésta podrá ser una realidad tan sólo si se materializa como un proceso incluyente y pensado desde todo el territorio nacional. Es por eso que unas JAC organizadas y en sinergia con las Administraciones, contribuirán enormemente a dotar de institucionalidad el futuro más próximo de Colombia. ¿Quién sino ellas?, quién sino nuestros líderes barriales son los convocados a trabajar incansablemente por la interminable labor de crecer como sociedad. Son ellos quienes día a día escuchan y aportan a la resolución de las necesidades de su comunidad, es momento entonces de darles su lugar: el de actores principales. @KathyDiarttP