Barranquilla es una ciudad con una tradición de excelentes tertulias. Creo que la más famosa fue la que protagonizaron, a mediados del siglo XX, Ramón Vinyes, Gabriel García Márquez, Álvaro Cepeda Samudio, Alejandro Obregón, Alfonso Fuenmayor y Germán Vargas, entre otros, alrededor de la literatura y las artes. La de EL HERALDO también ha sido una tertulia de gran posicionamiento, y nació bajo la inspiración del doctor Juan B. Fernández Renowitzky, el admirado y respetado director que marcó con su singular inteligencia y su fantástico sentido del humor a los periodistas de mi generación. Otra conocida tertulia es la del exministro Armando Benedetti. Una creada recientemente es ‘Barranquiloquio’, integrada por jóvenes profesionales. Y hay otras en las que suelen reunirse a conversar grupos de viejos amigos alrededor de algún tema, una costumbre que en el Caribe no debe perderse y que seguramente perdurará gracias a que respondemos a una idiosincrasia que ama el poder mágico de la oralidad.
Respondiendo a esa buena tradición nuestra, ha surgido la tertulia ‘Juntos llegamos’, identificada con una preocupación central: que Colombia vive una convulsión histórica, quizá sin antecedentes, signada por estos dos dilemas: 1) El país consolida el proceso de paz, superando para siempre el estado de guerra de varias décadas, o profundiza la confrontación. 2) El país deja atrás las malas prácticas políticas y administrativas entronizadas en los escenarios electorales y en la administración pública, o las pervierte más, agudizando los guarismos de la corrupción.
Por tanto, el propósito de esta tertulia no es solo recrearse en el ejercicio intelectual, que es muy importante, sino liderar también iniciativas como el foro de precandidatos presidenciales que se hará este viernes en Barranquilla.
‘Juntos llegamos’ aspira a coadyuvar a la deliberación pública a través de foros, conversatorios, grupos focales y discusiones virtuales que mejoren el nivel de información de los ciudadanos e incidan en lo público y en la toma de las decisiones democráticas.
‘Juntos llegamos’ no es un movimiento político, tampoco una ONG, pero tendrá en la política una de sus inquietudes fundamentales. Porque, como dice Fernando Savater, en una democracia todos somos políticos. La diferencia es que solo unos cuantos la ejercen como profesión, generalmente de mala manera.
Esta tertulia no aspira a planearse retos imposibles, pero sí pretende estimular – desde la sociedad civil– que de la elección presidencial surja una alternativa que le sirva a Colombia en términos de paz y anticorrupción (lo mismo que en equidad económica y social), y particularmente a la Región Caribe en lo tocante a autonomía y antipobreza.
@HoracioBrieva