Pregunta: ¿La palabra chance es española? ¿Por qué en el Mundial un locutor argentino decía “la chance” y no “el chance”? Luisa Bertel, B/quilla.
R.: El origen de la palabra chance es francés, idioma del que pasó, con la misma grafía y con el sentido de ‘oportunidad’ u ‘ocasión’, al español y al inglés, aunque en este último también con el significado de ‘buena fortuna’. No estaba errado el locutor argentino, pues el galicismo ‘chance’, ingresado al diccionario en el 2001, pertenece en español a ese grupo de términos llamados ‘sustantivos ambiguos’, o de género confuso, es decir, que pueden ser femeninos o masculinos sin que cambie su significado. Ejemplos muy conocidos de sustantivos ambiguos son estos: [el o la] sartén, [un o una] maratón, mugre, mar, radio, internet, armazón, linde, margen… En conclusión, es correcto utilizar los sustantivos ambiguos con los artículos determinados ‘el’ o ‘la’ o con los indeterminados ‘un’ o ‘una’.
P.: ¿Por qué cuando hay un aguacero se dice que llueve a cántaros? Hugo Camargo, B/quilla.
R.: Un cántaro es una vasija de barro o de metal, de gran capacidad. Comparada con su barriga abultada, su boca es estrecha, aunque si se volteara la vasija llena de agua por ella saldría suficiente como para casi anegar una habitación o un jardín. La frase menciona ‘cántaros’ en plural, y por eso el ingenio popular, ante una lluvia recia y prolongada, imagina que desde las nubes se está vertiendo el agua de muchos cántaros. Pese a lo anterior, me sorprendí cuando en el Diccionario de símbolos y temas misteriosos, del argentino Roberto González Frías, encontré un poema traducido del náhualt (lengua prehispánica mexicana) que alude a Tláloc, dios del Agua Celeste, y a sus cántaros, del que transcribo un fragmento: “Tláloc residía en un gran palacio, en cuyo patio había cuatro enormes cántaros llenos de agua. […] Sus ministros riegan la Tierra cuando Tláloc lo ordena. Y cuando truena, es que resquebrajan sus cántaros, y si algún rayo cae, es que un fragmento de la vasija rota viene sobre la Tierra”.
P.: Usé ‘locación’ para mencionar el sitio donde iba a filmarse un comercial. Me dijeron que era un anglicismo. STAJ, B/quilla.
R.: Locación es un inmueble que se alquila luego de un acuerdo entre dos o más partes. Hoy también se usa para mencionar un lugar geográfico o un espacio delimitado, por ejemplo, el sitio donde va a filmarse una propaganda o una película. No obstante, la Fundación del Español Urgente califica el empleo de locación con este último sentido como un barbarismo, y dice: “El uso de locación como equivalente de localización es un calco semántico del vocablo inglés location [del latín locātio, locatiōnis], que también se traduce como ‘sitio, ubicación, posición, lugar de rodaje’… Es innecesario su empleo, pues en español existen otras voces con las que se puede expresar la idea de localización; por ejemplo, localidad, lugar, ciudad, país, sede…”.
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