Hoy no solo comienza un nuevo mandato presidencial, también se abre un nuevo horizonte de optimismo y expectativas para los colombianos después del tensionante desencuentro que suscitó la campaña electoral, y por las circunstancias económicas que vive nuestro país en la actualidad.
En cuanto reciba la banda presidencial, el doctor Iván Duque Márquez también asumirá el reto de unir a los colombianos alrededor de un objetivo común que todos valoramos en grado sumo: el bienestar social. Este anhelo, en mi opinión, involucra temas álgidos como la paz, el desarrollo del sector productivo, la movilidad social, la educación con calidad, el aumento del empleo, la atención en salud, entre otros. Estos deseos colectivos deberán estar en su agenda prioritaria.
Nos corresponde como sociedad velar la gestión del nuevo jefe de Estado en todas las áreas de su gobierno, sin apasionamientos dogmáticos ni loas, pero tampoco con la negatividad con la que ha sido criticado aun sin haberse posesionado. Sin duda, es pertinente analizar, desde la crítica constructiva, su gestión presidencial.
Es justo destacar que, antes de posesionarse, el presidente Duque ya ha cumplido con algunos de los compromisos que hizo en campaña. Uno de ellos es que su gabinete está integrado en un 50% por mujeres, paso trascendental en esa anhelada equidad de género en el país. Otro compromiso cumplido es que la mayoría de los ministros que designó tiene un perfil más técnico que político. A tono con la juventud del señor presidente, él decidió conformar un equipo ministerial joven, con gran experiencia y alta formación.
En reciente sesión del Consejo Nacional de Educación Superior (Cesu), escuché a la entrante ministra de Educación, María Victoria Angulo, una académica y docente universitaria que se desempeñaba como secretaria de Educación de Bogotá. También cuenta con una extensa experiencia directiva en el sector educativo tanto privado como público.
Tiene claro que la educación es vital para las transformaciones del país, por ello convocó a unir esfuerzos alrededor de ese objetivo y a construir sobre lo construido. Igualmente conoce los inmensos retos en actualización de la legislación educativa y las necesidades de financiación de la universidad pública, y expresó su decisión de atenderlos.
También, por conocerlo personalmente y haber trabajado con él en la junta directiva del Icetex, me congratulo con la designación del nuevo ministro de Industria y Comercio, José Manuel Restrepo, economista con estudios postgraduales al más alto nivel; se ha desempeñado como gerente de Planeación Financiera y Presupuesto de Fonade, rector de varias universidades y ha sido consultor empresarial. Buen viento y buena mar para estos dos representantes de la academia.
La campaña electoral acabó el día en que Colombia tomó la decisión de quién sería su nuevo mandatario. Confiamos en que sus decisiones serán las que más le convengan a todos sus conciudadanos sin distingo político.