Se presenta una ocasión inmejorable para la ciudadanía en general, para ir tomando conciencia del verdadero impacto que representa lo relacionado con el suicidio, debido a una iniciativa que nace de las instituciones que deben velar por este tipo de situaciones que han cobrado una vigencia que tiene en jaque a todas las sociedades a nivel mundial, y la sociedad barranquillera no está eximida de estas estadísticas.

Por tal razón, la Asociación de Psiquiatría del Atlántico, la Academia Nacional de Medicina de Colombia – capítulo del Atlántico, la Asociación Colombiana de Psiquiatría y la Secretaría de Salud Distrital, convocan a la ciudadanía barranquillera a que se vinculen y participen en unos seminarios que se van a dictar a partir de hoy, con entrada libre, en relación con el suicidio en todas sus formas. Los seminarios se inician en la clínica Reencontrarse.

Las estadísticas son impactantes: hasta comienzos del año pasado, Colombia ocupaba el tercer lugar en América Latina en intentos de suicidio después de Cuba y Brasil. El año pasado, también, el Instituto Nacional de Salud reportó 9.214 suicidios, para una cifra alarmante de 65 cada día y dos cada hora en nuestro país. El aumento de las tasas en Colombia aumentó de 4,2 a 6,1 y en el Atlántico está en 4,47. Cifras que deben asumirse con gran preocupación en una ciudad donde se toman este tipo de cosas con cierta ligereza y donde hay un subregistro que pudiera llegar a superar dichas cifras, porque todavía hay muchos mitos e ignorancia al respecto, o se toman con un folclorismo irresponsable que pretende decir que “no está pasando nada”. Deberíamos tomarlas con la misma preocupación con que lo toman las instituciones que citan a estos seminarios, baste con saber que es la cuarta causa de muertes violentas en Colombia.

Las estadísticas que presentan es que los municipios donde se presentan con mayor frecuencia los suicidios son: Palmar de Varela, Sabanagrande, Malambo y Puerto Colombia.

Una de las razones para estas convocatorias desde el punto de vista de la medicina es que estamos frente a un fracaso en cuanto a prevención “ya que cerca del 50% de las víctimas han consultado con su médico de atención primaria, es decir, su médico familiar, diferente al psiquiatra, en el mes anterior a su muerte y tres de cada cuatro lo habían hecho durante el año previo”, según estadísticas que presenta la psiquiatra Astrid Arrieta, una de las profesionales que invita a los seminarios.

Las edades oscilan entre los 15 y 24 años. Pero debemos mirar hacia una población de menor edad porque es un hecho que aumenta el número de niños que piensan en la muerte o han tenido algún intento.

Contacten a los organizadores y asistan, de ustedes depende que esto sea una ayuda real para tantas familias que están en la situación de tener un familiar que es un suicida potencial.

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