Hasta cuándo tendremos que soportarnos al referido del vecino país; no le conocemos acto alguno con mediana inteligencia y cordura, no le hemos oído decir una frase con sentido, no lo hemos visto hacer un solo acto con sentido, no hemos visto en él un acto administrativo, político o social que merezca, no admiración, porque sería mucho pedir, pero si aceptación mínima, normalidad, respeto de persona normal, respeto de un mínimo de preparación, de un mínimo de educación, de un mínimo de sentido común, continúa manejando la misma buseta pero con un poco más de pasajeros, esa es la diferencia para no hablar de los delitos cometidos que le generarían más de 500 años de cárcel, sin hablar del irrespeto contra Colombia, contra USA y el mismo Brasil, con sus correspondientes presidentes, gabinetes ministeriales y funcionarios de alto rango, afortunadamente hemos tenido un presidente con todas las características contrarias, con toda la preparación, decencia y distinción dignas para no estar dentro de un conflicto bélico con el sujeto de marras.
Llevamos tres periodos presidenciales en cada uno de los tres países vecinos más afectados, Colombia, USA y Brasil sin incluir a Guyana, Guayana Francesa, Surinam, ni las islas del Caribe y en el cambio gubernamental de cada uno pensamos que ahora si va a suceder algo, pero ni Obama, ni Trump, ni Rouseff ni temer sin hablar de los nuestros sucedió nada, algo por ese pobre pueblo venezolano, algo por la dignidad de todos los pueblos suramericanos y latinoamericanos, por la dignidad de la política internacional americana y principalmente por todos los venezolanos que huyeron y siguen huyendo protegiendo sus vidas, las de sus familias y algo de su honra y bienes, convirtiéndose en refugiados en otros países benevolentes que les dan posada transitoria, que horror, pobres hermanos venezolanos.
Es urgente como lo propusimos en un comentario anterior, la creación de una entidad diferente a la OEA, ONU y obviamente Unasur con la suficiente fuerza y respaldo internacional para que intervenga en estos casos; casos no de conflictos inter países, sino en conflictos de la población con sus gobiernos totalitarios, gobiernos abusivos, deshonestos y criminales.
Tengamos muy presente este comentario dentro de la situación económica, política y social tan difícil por la que atravesamos en nuestro país.
Hector Asaf Quintero