¿Se dice ‘acuso recibo’ o ‘acuso recibido’? LLT, B/quilla
Se dice “acuso recibo”. ‘Acuso’ es el verbo y ‘recibo’ el complemento, que jamás puede ser el participio de otro verbo, como es el caso de “acuso recibido”. Por eso, usted no recibe besados, sino besos, y un boxeador no da golpeados, sino golpes.
¿La palabra ‘chueco’ es colombianismo? Xiara, B/quilla
El diccionario la considera americanismo, la registra como algo torcido y la asocia a las voces ‘patichueco’ y ‘patituerto’ (patas o piernas encorvadas). En Colombia, además, se usa con el sentido de ‘viejo achacoso’ o de cosa inútil por mal hecha o defectuosa o de persona que se desvía del buen proceder. De ‘chueco’ dice el Lexicón del Valle de Upar: “Cojo o manco y, en general, con protuberantes defectos físicos, ya sean de nacimiento o como resultado de un accidente. 2. Hecho con mala intención y con el solo fin de dañar o perjudicar a terceros”. También existe la teoría propuesta por el lexicógrafo chileno Manuel Román, de que ‘chueco’ es síncopa de ‘chulleco’, término que está en el diccionario con el significado de ‘torcido’. (Síncopa es la supresión de algún sonido dentro de un vocablo, como en ‘mascar’ por ‘masticar’ o en ‘chueco’ por ‘chulleco’).
Presencié una disputa en la que una mujer le gritaba al marido: “Voy a cantarte las tablas”. Origen. WCA, Ciénaga
En nuestro idioma, germanía es la manera como hablan los maleantes para entenderse o algunas personas que no lo son, pero que han adoptado esa manera de expresarse. Consiste en el uso de voces o frases españolas de origen indeterminado o con sentido transpuesto, o de palabras foráneas españolizadas. Pues bien, en germanía ‘cantar’ equivale a ‘contar algo’, sin callar nada, esto es, a decirle al pan pan y al vino vino. Por su lado, ‘tablas’ puede ser una lista de mandamientos, como los de las Tablas de la Ley, dadas por Dios a Moisés, pero también puede ser alusión a las tablas de multiplicar. De hecho, el origen más seguro de ‘cantar las tablas’ se remonta a una vieja tradición pedagógica que obligaba a cantar las tablas aritméticas para que fueran fáciles de aprender. Pero más tarde esas tablas fueron reemplazadas por listas de errores cometidos. seguidos de los reproches pertinentes: “Después de la derrota, el director técnico del Junior les cantó la tabla a los jugadores”. El momposino Alario di Filippo registra la expresión como colombianismo, la escribe como ‘cantarle a uno la tabla’ y la define así: “Desembucharle cuanto malo de él se sabe y se tiene para decirle; recitarle un catálogo de improperios”.