Nada que arranca el Junior modelo Farías. Ni el 2024, ni el 2025. Ni fue el revulsivo que se anunció cuando reemplazó a Reyes, que venía de ser campeón, ni clasificó a la final de la liga anterior, ni ahora con este Junior con seis nuevos jugadores.

Las ruedas de prensa de Farías se han vuelto un modelo de disculpa. Y ahora ha culpado hasta a la brisa del golazo que hizo Jaen Pineda. Es la primera vez que alguien habla de la brisa en ‘el Metro’ cuando sabemos que es casi inexistente.

El apoyo que encuentra Farías es en la Data. La Data no es más que las estadísticas, aquellas que llevábamos en transmisiones radiales, que ahora son más precisas con el apoyo digital. Son válidas, pero no te dan la visión de la idea táctica, ni el resultado del juego colectivo. A lo sumo el mapa de calor.

Lo cierto Profe Farías es que su equipo debió ganar seis puntos de seis en casa y sólo obtuvo dos empates. Hoy, cuando estamos apenas arrancando, los equipos grandes con los que hay que pelear esta Liga están por encima del Junior. América y Nacional ya le han sacado cuatro puntos; Tolima, Medellín y Cali, dos, y Millonarios acaba de ganar en Pasto su primer juego.

Históricamente, Junior clasifica a los cuadrangulares con los puntos ganados en casa. Es que después hay que ir a visitar a equipos de altura donde, históricamente también, se suma poco.

Tiene 18 juegos por delante para mejorar el producto, ocho en casa y 10 por fuera. Si gana los ocho en casa más dos, que lleva en este momento, sumaría 26. El número mágico mínimo para clasificar a ‘los ocho’ está entre 30 y 31. Los puntos que pierda en casa deberá ganarlos como visitante.

Lo que pasa es que si la paciencia de los dueños es proporcional a la desazón del Juniorismo, esos 18 juegos ya no lo serán tanto…