Colombia cuenta con cerca de 23 millones de personas ocupadas, lo que equivale al 57% de la población en edad de trabajar. En el último año se crearon 878.000 empleos, un dato positivo en medio de un mercado laboral en constante transformación. Sin embargo, el Informe sobre el Futuro del Empleo 2025 del Foro Económico Mundial advierte que, mientras se generarán 170 millones de nuevos empleos en esta década, otros 92 millones desaparecerán debido a la automatización y digitalización.

El declive en la demanda de ciertos trabajos es evidente. Roles como cajeros y taquilleros, asistentes administrativos, conserjes y empleados de limpieza, personal de control de inventarios y trabajadores de impresión van en retroceso. La automatización de pagos y procesos administrativos, junto con la digitalización documental y la optimización logística, están reduciendo la necesidad de estos oficios. Además, la industria de la impresión ha sido golpeada por la transición digital, que ha llevado a que muchas empresas prescindan de servicios tradicionales de impresión y archivo físico.

Por otro lado, la transformación tecnológica y la transición ecológica están impulsando la creación de nuevos empleos. La demanda por especialistas en inteligencia artificial, analistas de datos, ingenieros en fintech y expertos en ciberseguridad está en aumento. Igualmente, sectores como la construcción, la salud y la agricultura experimentarán un crecimiento significativo, en gran parte debido al envejecimiento poblacional y la necesidad de sostenibilidad ambiental.

Para 2030, el 39% de las competencias laborales requeridas cambiarán. Las empresas priorizarán el pensamiento crítico, la creatividad, la adaptación al cambio y el trabajo en equipo. Además, las habilidades tecnológicas serán fundamentales para insertarse en el nuevo mercado laboral. En este escenario, la falta de formación en estas áreas puede convertirse en un factor de exclusión para miles de trabajadores.

Colombia debe actuar con celeridad. Es fundamental avanzar en una alineación más expedita del sistema educativo con las necesidades del mercado, fortalecer la educación técnica y promover la recualificación laboral. La inversión en formación digital no puede seguir rezagada.

La transformación del empleo no es una amenaza, sino una oportunidad, pero solo aquellos que se preparen podrán aprovecharla. Es hora de que Colombia apueste con mayor impulso por la educación continua y el desarrollo de habilidades estratégicas, de lo contrario, nos arriesgamos a un rezago que limitará nuestro crecimiento económico y social.

* Directora ejecutiva Corporación Lonja de Propiedad Raíz de Barranquilla