“¿Sabes cómo se hace para que un hombre haga algo? Le pones la cabeza de su caballo en la cama. Es una técnica muy persuasiva”: Richard Castellano en la película El Padrino (1972). La cita se refiere a la escena en la que Jack Woltz, poderoso productor de cine, despertó y encontró la cabeza de su caballo favorito, Khartoum, en su cama. Fue una advertencia de la familia Corleone para que Woltz accediera a sus demandas.
En un dèjá vu de la película, el 13 de marzo de 2025 en Bogotá, Álvaro Hernán Prada, presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE) despertó con la noticia de que la yegua favorita de sus hijos, ‘Pasarela de los Cauchos’, había sido degollada esa madrugada ahí en la casa finca de su residencia.
En septiembre de 2022 Prada se había posesionado como magistrado del CNE, con apoyo del Centro Democrático. Como tal, en compañía del magistrado Benjamín Ortiz, del Partido Liberal, fue uno de los ponentes del proceso que pidió formular cargos contra la campaña presidencial de Gustavo Petro por presunta violación de topes de $5.350 millones, y ambos continúan a cargo de la investigación.
En septiembre de 2024 la esposa e hijos de Prada abandonaron el país por cuenta de amenazas en su contra. En diciembre de 2024 Prada fue elegido presidente del CNE. Su nombramiento no ha estado exento de polémica por cuanto enfrenta un proceso penal en su contra. Sin embargo, tanto la Fiscalía General de la Nación como la Procuraduría Delegada ante la Corte Suprema de Justicia han solicitado el archivo de dicho proceso.
El jueves 6 de marzo, una semana antes de la muerte cruel de la yegua, fueron envenenados al amanecer tres perros en una finca en Gigante, Huila, de la familia del magistrado. Según afirmaciones de prensa, dada la consistencia de modo y lugares, los investigadores de la Dirección de Protección y Servicios Especiales de la Policía Nacional (Dipro), consideraron ligada la autoría intelectual de los dos hechos y recomendaron al magistrado denunciarlos públicamente, lo cual hizo el pasado 16 de marzo en su cuenta de X.
La Dipro deberá desentrañar, antes de que sea demasiado tarde, quién es el cerebro detrás de tan persuasivas técnicas de la Cosa Nostra. Con el agravante de que en Colombia no escasean voluntarios para ejecutar atrocidades, desde el Tren de Aragua hasta el Cartel de Sinaloa, sin descontar los grupos armados interesados en mantener las licencias que les otorga su calidad de negociadores de la Paz Total.