El caso de Duitama (Boyacá) es llamativo, pintoresco y picaresco dentro del mundo político colombiano. A su alcalde, José Luis Bohórquez, un líder muy querido en su pueblo, una demanda electoral llegó al Consejo de Estado y la Sección quinta lo bajó del poder, ante la protesta de su electorado que no acepta la frase latina (dura lex sed lex): la ley es dura pero es la ley.

En efecto, ante la vacancia absoluta el órgano electoral convocó a nuevas elecciones para el próximo 4 de mayo. Dentro de los candidatos que aspiran a ese cargo se encuentra la señora Ingrith Rocío Bernal Mejía, quien fungió en la administración pasada como gestora social acompañando al alcalde descabezado.

En el pueblo comentan que ella es la cónyuge del exalcalde y otros dicen que es su novia. Lo cierto es que no están casados, ni tienen hijos, tampoco viven juntos. Es decir, no existe prueba de su convivencia o parentesco para una posible inhabilidad. Y sin pruebas no hay demanda que prospere según los términos señalados en los artículos 164 y 167 del Código General del Proceso. Pero la demanda se la presentarían ante el Tribunal Administrativo de Boyacá, una vez gane las elecciones, seguramente que invocando el artículo 37 numeral 4 de la Ley 617 de 2000 o por el numeral 2 asimilando el cargo de gestora social, a un funcionario de hecho, con poder político.

Si la demanda no prospera, la señora alcaldesa terminaría su período en diciembre 31 de 2027, teniendo a su lado, como gestor social, al señor exalcalde Bohórquez, con más poder que antes, quien seguramente sería candidato en octubre de 2027 para la citada alcaldía, para el siguiente período 2028- 2031. Pero como la alcaldesa terminaría su período en diciembre 31 de 2027, estaría habilitada para una nueva elección en octubre de 2031.

Ahora bien, como el Derecho es de interpretación es posible que la demanda prospere con una tesis novedosa y le decreten la nulidad de la elección de la nueva alcaldesa proceso que duraría más de 18 meses lo que terminaría con un encargo por parte del Gobernador para completar el período hasta diciembre 31 de 2027. Y como el poder es erótico, en este valle de lágrimas donde reina la pobreza con toda seguridad que para octubre de 2027 el candidato con mayor opción de ocupar esa alcaldía sería el exalcalde Bohórquez descabezado por el Consejo de Estado.

A lo lejos se oyen voces y mensajes en los medios de comunicación y redes sociales de la región. Son susurros de caimanes en la Laguna de Tota.

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