Increíble. Atlántico, hace más de dos meses, quedó huérfano de procurador ambiental y agrario porque el funcionario que ejercía esa responsabilidad fue trasladado a otro departamento por un acto administrativo al final del periodo de la doctora Margarita Cabello.
Señor Procurador General, Gregorio Eljach, restablézcanos el cargo. Pues lo que está ocurriendo hoy es que las numerosas problemáticas ambientales y agrarias de Atlántico son atendidas desde Bogotá por una persona que también tiene que hacer seguimiento a las problemáticas propias de Cundinamarca y Boyacá. Esto vulnera un principio cardinal como la autonomía.
La Procuraduría Ambiental y Agraria cumple funciones como la protección del medio ambiente y del desarrollo sostenible de los territorios. Es una de las columnas del poder de la Procuraduría General de la Nación, cuya tarea esencial es la defensa de los intereses de la sociedad.
La Procuraduría Ambiental y Agraria en Atlántico responde por el seguimiento: 1) a las actuaciones de la CRA y Barranquilla Verde, 2) a los problemas de la ciénaga de Mallorquín y los arroyos Grande y León, 3) a las quemazones inducidas en la Isla Salamanca que generan contaminación, 4) a los basureros a cielo abierto en Soledad y Malambo que ponen en riesgo las operaciones aéreas, 5) a los asentamientos irregulares en cercanías al Ernesto Cortissoz, 6) a los componentes ambientales en los planes de ordenamiento territorial y en los planes parciales, 7) a las actualizaciones de los POT y las parcelaciones del suelo rural sin el lleno de los requisitos. Responde, asimismo, por el seguimiento: 8) a los planes de saneamiento y manejo de vertimientos (PSMV) de Barranquilla, Puerto Colombia, Soledad, Malambo y Galapa, 9) a los distritos de adecuación de tierras y los canales de drenaje y riego utilizados para conducir aguas residuales en varios municipios como Manatí, Santa Lucía, Campo de la Cruz y Candelaria, 10) a los procesos de formalización y titulación de tierras de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), 11) al acceso al puerto de Barranquilla y 12) a la prestación de los servicios públicos domiciliarios.
El portafolio es enorme. Y desde un distante escritorio andino es imposible atender todo eso con oportuna capacidad resolutiva. Una plaza como Atlántico no puede quedar sin procurador ambiental y agrario. Al procurador Eljach lo invitamos a corregir una decisión que perjudica a Atlántico. De hecho, ya comienzan a evidenciarse dificultades en la atención a los asuntos ambientales y agrarios.
Exhorto al movimiento ambientalista de Atlántico a pronunciarse sobre este tema.
@HoracioBrieva