Al suspender el relato de la vida de Babe Ruth no caímos en la cuenta de los párrafos que llevábamos en la relación y nos encontramos en la situación de habernos pasado de ‘vitola’, pues fueron tan numerosos los párrafos de la crónica anterior que hoy nos hemos topado con que el material faltante es ya muy poco en comparación con la crónica anterior.

De todas maneras hagamos el esfuerzo indagador que la vida del ‘Bambino’ ofrece enriquecida por su protagonismo incomparable.

Dijimos en la crónica anterior que Ruth quiso ser mánager de los Yanquis de Nueva York, parándolo en seco el presidente de esta novena.

Eso, dirigir a los Yanquis de Nueva York, el equipo de su idolatría durante tantos años, se convirtió en una obsesión para el jonronero, afectando su rendimiento como jugador.

Los expertos de la fase final de Babe Ruth encuentran en esa aspiración malograda de dirigir a los Yanquis algo que lo afectó enormemente en el número de bambinazos de su historia. Ruth habría conseguido 100 jonrones más en su historia como pelotero. Eso le habría permitido terminar su carrera como el primer jonronero de la historia. Se retiró como tal con 714 cuadrangulares, cifra que hoy por hoy está batida por dos oponentes.

Para quienes crean que Ruth hubiera conseguido 100 jonrones más, de no haberse retirado como lo hizo, basta señalar el último día del ‘Bambino’ como jugador, cuando disparó tres jonrones en ese juego.

Que diga alguien el nombre de otro jugador de las Grandes Ligas que pudo hacer eso conectar tres jonrones en el último juego de su vida, distinto a Babe Ruth

El grandioso jugador de las Ligas Mayores, Ted William hizo un estudio profundo y detenido sobre las grandes figuras del béisbol de las Ligas Mayores y señaló que se tiene que llegar a la conclusión que Babe Ruth ha sido el mejor pelotero del espectáculo.

Este segundo ensayo que hemos elaborado sobre la vida del ‘Bambino’ pudo haber quedado corto, pero creemos que en el mismo están todos los matices de su vida fulgurante que es lo que le entregamos a nuestros lectores.