Colombia parece tener definitivamente un sistema de salud ‘cesareado’, pues mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el uso de la cesárea como mucho en el 15% de los partos, en Colombia ese uso en promedio es del triple.

Según estadísticas dadas a conocer recientemente, el uso de la cesárea en este país es del 46% del total de partos, siendo el departamento del Atlántico en el 2013 el que registra la mayor tasa de cesáreas practicadas, con un 74%, seguido de Magdalena (63%), Córdoba (60%) y Cesar (59%). El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) reportó que el año pasado se presentaron cerca de 587 mil partos, lo que hace calcular que las cesáreas que se realizaron fueron cerca de 270 mil.

Estos datos, además de tener connotación estadística, también tienen impacto en la morbilidad de los colombianos, pues de acuerdo con lo que al respecto ha informado la Sociedad Colombiana de Pediatría, el aumento de cesáreas innecesarias en el país ha llevado a elevar el riesgo de enfermedades respiratorias, infecciones y prematuridad tardía.

Según voceros de dicha sociedad científica, por la irrupción abrupta en la cesárea, los pulmones de los bebés nacidos de esa manera no están preparados para respirar, lo que les aumentan los problemas respiratorios. Por el contrario, con el parto natural, el bebé avanza por etapas, siendo beneficioso para los pulmones cuando este nace a través del canal del parto.

Sin desconocer que existen razones médicas suficientes para que en algunos casos la cesárea sea el procedimiento de elección para preservar la seguridad tanto del bebé como de la madre, la posición de algunos pediatras de la Sociedad Colombiana de dicha especialidad es que la causa de la innegable proliferación de las cesáreas se debe al sistema de salud que prácticamente las induce porque es un sistema recargado en el que los médicos deben evacuar los casos rápidamente con cirugía, claro está, sin dejar de lado que la mayoría de mujeres piensa en reducir el dolor y en la belleza y entonces optan por cesárea.
Si los pediatras, que son los que reciben y atienden a estos niños, piensan así, los que realizan las cesáreas, es decir los médicos de la Federación Colombiana de Ginecología y Obstetricia, aseveran que la forma como está concebido el sistema de salud, con la carga de trabajo y con poco tiempo para valorar a las mujeres, incide en que el profesional de la salud tome decisiones para tratar de disminuir los “riesgos”. Debe mencionarse también que lo que la mayoría de las entidades que atienden a las embarazadas del sistema de salud pagan a los médicos por cesáreas son 170 mil pesos y por parto natural 80 mil.

En síntesis, tanto los pediatras como los gineco-obstetras ven al sistema de salud como la principal causa en Colombia para que las cesáreas estén realizándose en una proporción del triple a lo que recomienda la misma OMS. De igual forma, este hecho hace que se generen más problemas respiratorios en los niños que nacen así. Así las cosas, esta inquietud de salud pública debe ser un punto más en la agenda a resolverse de manera inmediata por parte de las autoridades del sector: ¡Colombia no puede seguir con un sistema de salud ‘cesareado’!

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