Conozco desde hace muchos años al doctor Germán Vargas Lleras. Lo conocí a través de mi padre, quien siempre fue su abogado, y de un amigo en común, Rodrigo Lara Restrepo.

Lo primero que llama la atención de Vargas Lleras es su autoridad. Es de esas personas con las que uno se siente seguro. Es tal el concepto que de la autoridad tiene Vargas Lleras que hasta se le ha ido la mano.

El país aún recuerda cuando, por defender a una mujer, Vargas Lleras le pegó un coscorrón a uno de sus escoltas. El que más sufrió con el incidente fue el propio Vargas Lleras. Me consta que trata a sus escoltas como si fueran de su familia. Les ayuda con estudio para sus hijos. El escolta del tema del coscorrón fue el primero que salió a sacar la cara por su jefe. Pero los malquerientes de Vargas Lleras se la cobran a diario, como si en Colombia no hubiera políticos atravesados y altaneros.

El próximo domingo voy a votar por Vargas Lleras porque es la mejor opción para el país. Él no es santista, como lo hacen ver sus enemigos. Vargas Lleras es ante todo un demócrata. Le aceptó la Vicepresidencia a Juan Manuel Santos por el país. Si Santos va a entregar una Colombia en la quiebra y compartida con la guerrilla de las Farc, ¿qué sería de nosotros si Vargas Lleras no hubiera sido vicepresidente para atajar un poquito las locuras y los despropósitos del “flamante” ganador del Premio Nobel de Paz?

Es más, hasta me atrevo a asegurar que en la lista de amigos de Vargas Lleras no está Santos. Y no pueden ser amigos porque Vargas Lleras –a diferencia de Santos– odia la traición y la deslealtad. Esas dos palabritas no van con él. Eso me consta.

Mi voto será por Vargas Lleras por otro motivo fundamental: sus manos limpias. Nunca en la vida he visto a un político que defienda tanto lo público como Vargas Lleras. Si por defender a una mujer le pegó un coscorrón a un escolta, con un corrupto Vargas Lleras es capaz de quitarse la correa y darle una ‘pela’. Así de sencillo.

“Nada más sagrado que lo público. Eso lo aprendí de mi abuelo (el expresidente Carlos Lleras Restrepo)”, me dijo Vargas Lleras hace algunos meses durante una conversación en la que también estaba Rodrigo Lara. “Yo creo que las penas para los corruptos tienen que ser severísimas. Una persona que roba al erario y ve que no le pasa nada, sigue robando”, agregó el que, no me cabe duda, será el próximo presidente de Colombia.

Que las encuestas no le ayudan a Vargas Lleras no me preocupa en lo más mínimo. A las encuestas nadie les cree. Todas se han pifiado. En Estados Unidos ponían de ganadora a la señora Clinton por encima de Trump. Los sondeos dijeron que el Sí en el plebiscito por la paz arrasaría con el No. La historia fue al contrario. Así, pues, que preparémonos para tener de nuevo en Colombia un presidente de verdad: Germán Vargas Lleras.

@cancinoabog