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El escritor Wang Guozhen, cuya poesía fue extremadamente popular entre los jóvenes de China en las décadas de los 80 y 90, falleció el domingo a los 59 años, víctima de un cáncer de hígado, informaron hoy los medios locales.

Nacido en Pekín el 22 de junio de 1956, Wang, que comenzó a escribir poemas en 1985, se convirtió en un fenómeno de masas ya antes de la publicación de su primer libro de versos, 'La marea de la juventud', en 1990, y sus odas se convirtieron en el símbolo de la generación que lideraría las protestas de Tiananmen (1989).

'Sus poemas eran como proverbios y adagios, y su estilo era sentimental y romántico', recuerda hoy para la agencia China News Service su amigo el historiador Jia Yinghua, quien destacó que Wang 'influyó a muchos estudiantes y poetas de los campus' en las últimas dos décadas del siglo XX.

En los 90, 'los estudiantes chinos solían copiar a mano sus versos y los atesoraban como lemas personales. Incluso los recitaban a sus amigos o cuando se enamoraban', recuerda hoy el obituario de China News Service.

Él mismo se jactaba de que su mayor logro en su carrera literaria había sido el de 'haber sido plagiado durante 25 años', como el solía ironizar en sus apariciones públicas.

Con el cambio de siglo, Wang cayó en cierto olvido debido a la llegada de generaciones menos devotas de la literatura y más pragmáticas, aunque en el año 2013 una selección de sus obras fue por primera vez traducida al inglés y uno de sus versos fue citado en un discurso público por el presidente chino, Xi Jinping.

'Ninguna montaña es más alta que un humano en ascenso, y ningún camino es más largo que un pie en marcha', rezaba el verso que Xi tomó prestado de Wang, autor que en las últimas décadas también cultivó la pintura, la música y la caligrafía tradicionales de China.