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El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) le plantó cara al polémico veto migratorio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con una exposición de varias obras de artistas de las nacionalidades a las que pretende bloquear el acceso al país.

La iniciativa que responde a siete países de mayoría musulmana (Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Yemen e Irán) pretende poner de relieve la importancia de la libertad y diversidad en el mundo.

En la galería dedicada a Picasso, por ejemplo, cuelga desde el pasado viernes un pequeño cuadro en óleo del artista sudanés Ibrahim el-Salahi titulado The Mosque (1964), que sustituye al Jugador de cartas del pintor español.

El museo además ha retirado dos cuadros de Matisse, La lección de piano y El baile, para hacer sitio a una compleja obra en rotulador y papel del artista iraní Charles Hossein Zenderoudi, Mon Père et Moi (1962).

También representa a Irán un cuadro sin título de Marcos Grigorian, un artista que creció en ese país, y una gran fotografía de Shirana Shahbazi, ciudadana alemana de origen iraní.

En otra de las salas de la quinta planta del MoMA puede verse una pequeña escultura en bronce de Parviz Tanavoli.