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Se fue de este mundo hace 1.826 días, pero como mariposas que van y vuelven, difícil resulta ocultar las numerosas pruebas de la relación con el deporte que en vida tuvo Gabriel García Márquez, el más universal de los colombianos.

Cuentan los familiares del novelista fallecido en un día como este 17 de abril, pero de hace cinco años, que su relación con el deporte surgió en su infancia en las calles de su natal Aracataca.

Quizá debido a que no tenía mucha intimidad con el balón, sus amigos le permitían jugar entre los tres palos y desde ahí él volaba como lo hacen los guardametas, para detener pelotas de trapo.

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Si en algún momento de esa infancia pensó en ser futbolista, todo acabó una tarde en que jugaban con un pesado balón reglamentario. Un brutal impacto lo dejó sin aire al castigarle con violencia en el estómago.

Peor para el fútbol. ¡Gol a favor del periodismo y la literatura!