Compartir:

El cantante Joaquín Sabina ha protagonizado una fugaz reaparición pública en las últimas horas, la primera desde su salida del hospital donde fue atendido en febrero al caerse del escenario durante un concierto y sufrir varias complicaciones que le llevaron varios días a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

'Para mí, que soy miedoso, justo no le tengo miedo al confinamiento, porque tengo muchos libros', ha señalado en un vídeo colgado en el perfil oficial de Twitter del Instituto Cervantes en pleno encierro por la pandemia de coronavirus.

Sabina, que en esa grabación a las puertas del Día del Libro hace suyas las palabras de Borges de que 'el paraíso es una biblioteca', participaba además unas pocas horas antes en una entrevista con Jordi Évole emitida en La Sexta, en la que habló de su ingreso hospitalario.

'Fue más fuerte del que pensáis. Llevo hasta dos operaciones, titanio y un hematoma en la cabeza', destacó el jienense en su intervención, en la que sin embargo no dudó en señalar: 'No tengo la menor intención de morirme, que se muera la muerte'.

Fue el pasado 12 de febrero, durante un concierto en el Wizink Center de Madrid, cuando Sabina se precipitó al foso frente al escenario desde una altura aproximada de 1,70 metros, provocándose un 'traumatismo de hombro izquierdo, torácico y craneoencefálico' y un 'pequeño coágulo' del que fue intervenido.

'Sé que me enrollé en un cable y me pegué un hostión', dijo a Évole, añadiendo este factor a las causas de su caída, que entonces solo se atribuyó a haberse deslumbrado con un foco.

Con él estaba su amigo y compañero de gira Joan Manuel Serrat, quien se alarmó mucho como testigo de primera mano. 'Mi primo el catalán estuvo muy preocupado porque me vio muy mal un par de días', confesó Sabina al respecto.

Su forzosa recuperación le ha obligado a llevar un confinamiento más largo que el resto de la sociedad, algo a lo que el autor de 'Cerrado por derribo' ha quitado hierro.

'Me asusta que me digan que no puedo ir a un restaurante con 15 amigos y tirarnos horas de sobremesa', ha apuntado al respecto, antes de mostrar su preocupación por la situación de la cultura ante el parón provocado por la pandemia.