La desconfianza propia de los colombianos fue el objeto de disección para el escritor Luis Noriega que, con humor y en un tono jocoso briznado por múltiples influencias, hilvanó una obra que este miércoles le permitió ganar el III Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez.
No en vano tituló su libro 'Razones para desconfiar de sus vecinos', un trabajo en la que el jurado destacó que conviven el cine de Hollywood, el género policíaco, los cómics, la Biblia, el erotismo y la violencia.
'Es un mundo cotidiano y familiar, narrado con inteligencia literaria que se mueve hábilmente entre la alta cultura y la cultura popular, sin perder frescura', consideraron los encargados de elegir al ganador del García Márquez de cuento.
'Es un cuento muy jocoso, a diferencia de otros más siniestros, (...) todos desconfían de todos de forma injustificada y es una forma de plantear de manera humorística y ligera un problema cotidiano en Colombia: que todos sospechamos de todos', dijo Noriega en una rueda de prensa posterior a la lectura del fallo.
Para el autor nacido en Cali en 1972, en Colombia los desconocidos que se acercan son 'enemigos potenciales', una desconfianza que le llevó a tejer la obra.
Este es el cuarto libro de Noriega, que ya publicó 'Iménez' (2011), 'Donde mueren los payasos' (2013) y 'Mediocristán es un país tranquilo' (2014), pero el primero de cuentos.
En la rueda de prensa de rigor a la que acudió nervioso y sorprendido, confesó que se considera esencialmente un cuentista y destacó que Gabriel García Márquez le ha cambiado la vida dos veces.
La primera fue cuando leyó 'Cien años de soledad', a los quince años, y se convenció de que quería ser escritor y la segunda ha sido este miércoles, cuando el premio que lleva el nombre del nobel colombiano le da un reconocimiento y un alivio económico que le permitirá dedicarse por completo a la escritura.
'Recuerdo haber cargado el libro y haberlo leído en clases de física o de religión. Eso no me ha pasado después', aseveró Noriega.
Sin embargo, su primer impulso en su 'ambición de ser narrador' la había tenido diez años antes, cuando con apenas cinco vio 'La Guerra de las Galaxias' y empezó a 'tratar de contar historias como esa'.
El premio supondrá para Noriega la oportunidad de dedicarse 'solamente a escribir durante un tiempo', algo que considera 'impagable' para alguien que pretende dedicarse a la literatura.
'Uno ya no tiene excusas, antes podía decir: 'Trabajo, cuidar a los niños, platos que lavar' ahora este premio compra mucho tiempo libre y hay que saber invertirlo bien', aseguró.
El caleño también dijo que se siente cuentista porque fue la fórmula con la que empezó a escribir.
Sin embargo ya en tres ocasiones los cuentos se le han alargado y han derivado en sus tres novelas, a las que considera que 'no pudo resolver en 30 páginas'.
'Inicialmente fue una elección no tanto de género como de disponibilidad. Vivía en Colombia era profesor universitario, tenía mucho trabajo y hacer este tipo de historias me resultaba mucho más fácil, me permitía concentrar mis energías en esa historia y no desperdigarme en una historia muy larga', agregó el escritor que reside en España.
Los otros finalistas que intentaron llevarse el premio fueron los argentinos Tomás Downey, con su obra 'Acá el tiempo es otra cosa', y Samanta Schweblin, con 'Siete casas vacías'; el español Gonzalo Calcedo, con 'Las Inglesas' y el guatemalteco Eduardo Halfon, con 'Signor Hoffman'.
Para esta edición, los organizadores recibieron 161 postulaciones procedentes de 16 países.
El jurado de esta edición lo conformaron los escritores Héctor Abad Faciolince, Alberto Manguel, Hebe Uhart, Javier Rodríguez Marcos y Carla Guelfenbein.
En la primera edición del premio, el ganador fue el argentino Guillermo Martínez con su libro de cuentos 'Una felicidad repulsiva', mientras que en 2015 el galardón lo obtuvo Baudoin con 'La composición de la sal'. EFE