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La estadounidense Serena Williams, vigente líder mundial, comenzó el curso del tenis femenino como un torrente que arrastra a su paso, tras una exhibición de fuerza en la final del torneo de Brisbane (Australia) sobre la bielorrusa Victoria Azarenka.

Williams doblegó en dos mangas ajustadas (6-4 y 7-5) el talento de Azarenka, la jugadora que en el ránking WTA mira al resto por encima del hombro menos, como quedó claro en la pista rápida de Brisbane, a la menor -32 años- de las hermanas Williams.

Venus, la mayor, perdió hoy la final en Auckland, pero Serena no dejó escapar la ocasión de demostrar que desde junio de 2013 es la tenista más en forma del planeta y que, por su espectacular juego, afronta 2014 como la mujer a batir.

Azarenka obligó a Serena a un trabajo mental extenuante y a una batalla sin cuartel. El 6-4 (38 minutos) del primer set dio paso a una segunda manga aún más equilibrada.

Una hora empleó la norteamericana en colocar el 7-5 definitivo, gracias a un despegue tras el 5-5 fundamentado en una gama de golpes agresivos, potentes y servicios como misiles, con la bola viajando a casi 190 kilómetros por hora.

La bielorrusia Azarenka encajó dos 'aces' en el último juego casi sin ver la bola, porque Serena Williams aún reservaba fuerzas en su mente y en los brazos para asestar el ataque final.

Williams sumó su título número 56, cimenta su liderazgo mundial y frena en este comienzo de año el auge en el tenis femenino de Azarenka, la segunda mejor jugadora del ránking.